Los raperos dominicanos Ovni y Beethoven Villamán lanzaron “Acción rápida”, un álbum cargado de estilos, rimas, punchline y narraciones que conllevan reflexiones que dejan un claro y contundente mensaje sobre las realidades que se viven en las calles y sus consecuencias.
El Intro de esta peculiar radio novela rapeada, o de este rap-thriller sin imágenes (que no sean litearias), está a cargo de la comunicadora y locutora Rafaelina Acosta, voz a cargo de los mensajes claves del álbum (Intro, Interlude y Outro) y el rapero y comunicador JhonWaynerd que llevó la introducción con su alocución noticiosa para el tema musical El Plan 2, tema en el que Ovni y Villamán hablan de que “murieron dos gentes / al que atrapamos y mi componente”. Crónica roja como dos espejos, uno cóncavo y otro convexo, sobre las realidades que se viven desde el punto de vista del delincuente y desde el punto de vista del Dicrim, cuyo representante también canta: “Parte por parte, / vamos primero / tienes que decirme / quién fue el santero”. Y hasta guiños hacen cuando mencionan “el de la 9 de Avelino” en lo que parece ser una referencia al Lápiz.
El rap dominicano está vivo, a veces subterráneamente, pero vivo, lejos del dembow y de los urbanos, porque ellos, los raperos, sí son cultura real. “No por rima uno se hace literario / batalla tras batalla uno se hace legendario”, dice Villamán en ArCypher después Ovni baja ácido. Y vuelve Villamán “brillan mis ojos como la luz solar / soy real, normal, casual, algo espiritual, / aprendí a actuar en lo actual./ Si quieres avanzar / visualiza tu presa / cuando está presa, / no antes de agarrarla”. Y sigue: “A mi lapicero le corté las alas / mi pistola dispara / sabiduría, no balas”.
Hay en estos versos rapeados no solo narrativa de crudeza callejera, sino festividad de la filosofía popular. Contundencia en la reflexión que da la madurez, de regreso de todas las trifulcas, de todas las vivencias, de toda la pobreza.
Insiste Villamán en que él es “la medicina / para que esto se mejore”.
En A nivel, Ovni (fundador de la Cooperativa lo Correcto) menciona “Funcionarios del gobierno / cabecillas del cartel / por cierto el más delincuente del cuartel/ Cuba: 50 años en los bolsillos de Fidel”. Y por debajo ese ritornello pegajoso.
DJ Rasuk los acompaña casi siempre con bits que parlotean como parte del ambiente. En Pisando minas, “callejero poema, el sabio no juega con candela / callejero poema, la dema nace de dondequiera”. Y el coro: “Ando en la calle/ pisando minas, pisando minas, pisando minas…”.
La calle es un dibujo al calco: “Estamos en manos de muchachos armados”, advierte. Musicalmente es mucho más rico que otros temas, la melodía en tiempo de balada es ductil y sirve de contraste al discurso agrio. Pero el Interlude resulta demasiado lugar común, en contraposición con lo profundo ya expuesto.
En Moca: “Mo(s)ca sin hacer na / y escondío / sin que me anden buscando / así es que ando…”. En Desde el primer día: “donde no tenía nada / y todo lo quería”, la sencillez del verso. Sustancia: “Hasta René ya sintió el descarte /aquí no se comparte / los truquitos de tu gremio / que compran la fama y premio / para así posicionarse”.
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