Introducción
Una muestra, atenta a los diferentes oficios, profesiones, vocaciones o tareas de la vida, nos revela cómo en cada uno de ellos se encuentran, vividos y evidenciados determinados valores, como si les fueran propios. Son, ciertamente, valores comunes a todos los miembros de la sociedad civil, y todos han de asimilarlos; pero hay grupos sociales que son como sus representantes y defensores. Sin querer hacer una lista completa, he aquí algunos ejemplos:
1.El maestro simboliza el saber. El político ha de propiciar el bien común y convertirse en el defensor del bienestar de todos. El juez representa y defiende la justicia. El policía, el orden. El fiscal, las leyes de las naciones. El periodista, la verdad y la libertad de expresión. El militar, la soberanía de la patria. El médico es el guardián y defensor de la vida y la salud, incluso la de sus enemigos. El sacerdote y el creyente son signos del valor de la religión. El artista recuerda la belleza y el sentido de recreación y disfrute humano.
Cuando una profesión u oficio pierde, pervierte sus valores y deja de practicarlo, el cuerpo social se enferma y tambalea.
2.También las edades arrastran sus valores propios:
La niñez es símbolo de inocencia, sencillez, goce sano desenfadado de la vida. Vive el hoy. El joven lo es de alegría, ilusión, búsqueda de lo nuevo. Está abierto al futuro. El adulto, de responsabilidad y seriedad, de cara a la existencia. Hunde sus raíces en el pasado y presente, él encara la realidad. El anciano, de sabiduría y experiencia. Es síntesis de vida.
Todas las edades, con sus valores específicos, son necesarias en el tejido social. Lo cierto es que en el fondo de cada ser humano están presentes todas las edades con las semillas y frutos de sus valores.
Cuando cada edad no vive o no puede vivir lo suyo propio, el individuo se degenera y la humanidad pierde.
3.Los sindicatos, gremios, colegios profesionales, agrupaciones y asociaciones que reúnen determinados grupos sociales se presentan ante la sociedad como defensores de sus miembros y reivindican ante ella sus derechos. También ellos son y deben ser portadores de los valores de sus asociados:
El sindicato de obreros recuerda el valor del trabajo y la dignidad del trabajador.
La asociación de enfermeras saca a la luz el servicio al enfermo y la justa recompensa que merece su labor.
El empresariado trae a la memoria el valor de la iniciativa y el de lanzarse a la realización de metas y empresas.
Las asociaciones del consumidor, del detallista y del mayorista, vistas al mismo tiempo, nos muestran de un golpe el derecho a disentir y la necesidad de dialogar y buscar acuerdos hasta alcanzar el equilibrio y la armonía social.
Los grupos deportivos evidencian el valor del deporte y del ejercicio físico como recreación y como instrumento para tener una mente sana en un cuerpo sano.
Cuando las agrupaciones humanas, de cualquier tipo que sean (profesionales, económicas, culturales, recreativas) olvidan sus fines propios y son puestas al servicio de intereses individuales o de grupos minoritarios dentro de ellos se pierde la confianza en ellas y se destruyen. Es necesario rehacerlas, porque son portadoras de valores y la sociedad las necesita.
4.Los patronatos, fundaciones voluntariados y clubes de servicios son, igualmente, mensajeros y ejecutores de múltiples valores:
Un patronato para ciegos, sordomudos o cualquier tipo de discapacitado nos muestra la fe en las posibilidades y en la capacidad de todo ser humano, no importando su condición, para educarse y perfeccionarse.
Un voluntariado para drogadictos o la Asociación de Alcohólicos Anónimos nos recuerda el valor del ser humano como tal y su capacidad de recuperación.
Fundaciones para los enfermos de SIDA, leprosos, niños abandonados, jóvenes, ancianos y otros tantos grupos humanos reavivan el valor y la necesidad de comunión entre los seres humanos para resolver los problemas.
Cualquier asociación sin fines de lucro o club de servicio es portador de generosidad, entrega, disponibilidad y solidaridad.
Cuando una entidad de servicio no lucrativa es manipulada para bajos fines personales, sus actores se pueden contar entre los más tristes y miserables seres humanos, porque se alimentan del dolor humano y del sentimiento generoso del corazón de los demás. Personas de esta calidad no deben desanimarse para seguir cooperando con este tipo de entidades y con los valores que promueven.
5.Los oficios de la vida son todos ellos portadores de valores. Hemos puesto unos ejemplos y hecho una lista incompleta. ¿Quiere usted completarla o agregar otros? Más aún: ¿De cuáles valores es portador usted por profesión, vocación o tarea? Ciertamente que lo es.
Conclusión
CERTIFICO que el contenido de este trabajo fue extraído de mi libro “Valores y virtudes”, páginas 61-64.
DOY FE en Santiago de los Caballeros a los veintidós (22) días del mes de agosto del año del Señor dos mil veinticuatro (2024).