La primera biblioteca del país y la región fue la de Gonzalo Fernández de Oviedo en la Fortaleza Ozama, en 1553

Las bibliotecas nacionales atesoran el patrimonio documental de las naciones y garantizan una amplia vida cultural en sus instalaciones y en las comunidades donde están ubicadas. En nuestro país, esa responsabilidad recae sobre la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, inaugurada el 28 de febrero de 1971, aunque fue creada el 29 de agosto de 1969 por el decreto 4058.

Previo a este intento, según reportes históricos, el presidente Horacio Vásquez asignó fondos mediante la Ley 666 del 20 de junio de 1927, con los que se creó el Museo y la Biblioteca Nacional. En el año 1975 se promulgó la Ley 263, que le dio base legal y otorgó una posición dentro de la estructura administrativa gubernamental como dependencia de la entonces Secretaria Administrativa de la Presidencia.

La Biblioteca Nacional conserva, protege, difunde y organiza el patrimonio cultural bibliográfico y hemerográfico nacional en cualquier soporte; es decir, todo el conjunto de publicaciones de autores dominicanos, y de autores extranjeros que escriban sobre cualquier tema relacionado con República Dominicana.

Es, además, la institución encargada de coordinar técnica y metodológicamente la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, es decir, el conjunto de bibliotecas que responden a los mismos objetivos en correspondencia con las funciones básicas que realiza.

La Red acoge las 278 bibliotecas que existen en el país, registradas con todos sus datos en el último censo de la Biblioteca Nacional, que es una dependencia del Ministerio de Cultura, y está diriga por el escritor e investigador Diómedes Núñez Polanco.

Existe una biblioteca en cada municipio del país, así como bibliotecas metropolitanas como la Biblioteca Salomé Ureña, la Biblioteca Pública de Villa Duarte “Juan Sanchéz Lamouth”, y dos en Monseñor Noel, una en Bonao y otra en Maimón, que dependen directamente de la Biblioteca Nacional en términos administrativos.

Puede decirse que la Biblioteca Nacional es la culminación de un proceso de siglos, que se inicia en los días de la Colonia. El antecedente más remoto que se puede señalar, de acuerdo con Núñez Polanco, es la biblioteca fundada por Gonzalo Fernández de Oviedo, establecida en una dependencia de la Fortaleza de Santo Domingo, más conocida como Fortaleza Ozama, en 1553.

“Según el historiador Emilio Rodríguez Demorizi, esta biblioteca, que se constituyó con los libros más importantes de la época, fue el primer establecimiento de su género, no sólo de la isla Española, sino de toda América. Tanto como decir, la génesis de la biblioteca en el Nuevo Mundo”, revela el director de la Biblioteca Nacional.

Otras de las bibliotecas más antiguas y de cierta importancia fueron la Biblioteca de la Unidad de Santiago de la Paz (originalmente Colegio Gorjón), establecida en 1540, la del Convento de los Dominicos y la biblioteca de la Iglesia de Las Mercedes.

En 1538 se crea la Universidad Santo Tomás de Aquino (USTA), actualmente Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), cuya biblioteca se fundó formalmente en 1866. Aunque no duró mucho, pues el presidente Buenaventura Báez la cerró en 1868. Además, según reportes históricos, esta biblioteca fue trasladada a La Habana al producirse el Tratado de Basilea en 1795 y fue reestablecida con la universidad en 1815. En 1880 la reabre un grupo de intelectuales y escritores. El fondo que conformó la primera colección de esta biblioteca fue un obsequio de Diego Méndez de Segura.

Núñez Polanco expresa que la biblioteca de la UASD es una de las más importantes que aún existen en el país, y que constituye en cierto modo el antecedente más inmediato de la Biblioteca Nacional.

Por muchos años la Biblioteca Pedro Mir de la UASD sirvió como depósito del patrimonio cultural y bibliográfico de la nación. Allí se recibían dos ejemplares de todo lo que se imprimía en el país, por intermedio de la entonces Secretaría de Estado de Interior y Policía, informa Polanco.

En 1986, dos años después de proclamada la Segunda República, tras la guerra de la Restauración que siguió a la anexión a España, se instaló la primera Biblioteca Pública que hubo en Santo Domingo.

De acuerdo con escritos del historiador Vetilio Alfau Durán, dicha biblioteca fue fundada en una sala de La Casa del Sacramento, cuya rectoría había asumido por segunda vez el presbítero Fernando Arturo de Meriño, colocado en ella por la misma resolución gubernativa dictada por el presidente José María Cabral, que restablecía el acreditado centro educativo, religioso y laico, que la primera administración del presidente Pedro Santana había creado por medio de la ley del 8 de mayo de 1848.

Los fondos bibliográficos con que se constituyó esa primera biblioteca pública provinieron de la biblioteca particular del venezolano Rafael María Baralt, quien vivió muchos años en República Dominicana y murió en Madrid en 1860.

Otras de las bibliotecas más importantes en el país son la de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), fundada en el 1962. A esta le siguen la biblioteca de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), fundada en 1966, la del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), creada en 1972; la biblioteca de la Universidad Central del Este (UCE), fundad en el 1974; y la biblioteca de la Universidad Mundial, fundada en el 1979.

La primera biblioteca especializada se fundó en 1917, y fue la biblioteca Cervantes de la Casa de España. Estuvo cerrada, como consecuencia del ciclón San Zenón desde 1930 hasta el 1944. Otras bibliotecas especializadas de las cuales se tiene información, se fundaron en la década de los años 40 y 50.

Otras bibliotecas especializadas importantes, fueron la Biblioteca Cervantes de la entonces Secretaría de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos, en 1951, la del Banco de Reservas, fundada en 1955, y la biblioteca del Banco Central, inaugurada en el año 1978.

Biblioteca nacional acoge 170 mil libros

El costo total de la construcción del edificio que aloja las instalaciones de la Biblioteca Nacional fue de un millón doscientos mil pesos, y se erigió originalmente sobre un área de 5,000 metros cuadrados. Su edificación forma parte del conglomerado de instituciones que hacen la Plaza de la Cultura. La Biblioteca Nacional alberga alrededor de 170,000 libros de literatura, cultura, ciencias, historia y otras ramificaciones del saber.

Le correspondió al crítico, poeta y dramaturgo, Pedro René Contín Aybar ser el primer director de la Biblioteca Nacional, ocupando el cargo durante el 1971. “Precisamente, es en ese año donde se fortalecen las bases y adquiere un gran impulso el desarrollo de la carrera de bibliotecología, bajo el imperio de la necesidad y el apremio de formar el personal que se desempeñaría en ella”, cuenta Núñez Polanco.

En su entorno exterior hay una escultura del Padre de las letras españolas Miguel de Cervantes Saavedra, en la parte frontal. En la parte lateral derecha, está la estatua del pensador y educador, Eugenio María de Hostos.

Diversidad
En el país existen diferentes tipos de bibliotecas: las públicas, las especializadas, las institucionales, y las escolares”.

Dirección
La Biblioteca Pedro Henríquez Ureña es la biblioteca central del Estado dominicano, que dirige a las demás en todo el país”.

Objetivo
Las bibliotecas nacionales tienen como objetivo recopilar el patrimonio bibliográfico y hemerográfico del país”.

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