El 24 de febrero de 2022 el presidente ruso Vladimir Putin ordenó invadir a Ucrania, generando un profundo impacto humano, político, económico y social. Desde entonces el conflicto ha provocado una movilización internacional como pocas en las últimas décadas. Sin embargo, más allá de las fronteras ruso-ucranianas, y la reciente guerra Israel-Hamás, el mundo parece ignorar otros conflictos que no han tenido una cobertura tan amplia como es el caso de Nagorno Karabaj en el Cáucaso.

Nagorno Karabaj, una región separatista que se encuentra dentro de las fronteras de Azerbaiyán reconocidas internacionalmente, pero de mayoría étnica armenia, ha sido la causa en las últimas tres décadas de tres guerras entre Armenia y Azerbaiyán que han dejado más de 40.000 muertos y un millón de desplazados. La primera entre febrero de 1988 y mayo de 1994, que terminó con un alto al fuego mediado por Rusia después que las fuerzas de Armenia tomaran el control de la región. La segunda entre septiembre y noviembre de 2020 que culminó con la recuperación de Azerbaiyán de parte del territorio que había perdido en 1994. Las tensiones por el control del enclave aumentaron desde el 2022 provocando la tercera guerra que ha acabado en menos de 48 horas con la derrota de los separatistas armenios frente a la superioridad militar azerí y la pasividad de Rusia -gran aliado de Armenia- la Unión Europea y Estados Unidos. La victoria azerí llevará a la disolución en 2024 de la autoproclamada República de Artsaj -entidad política creada por los separatistas con apoyo de Armenia- la disolución de todos sus órganos estatales y un proceso de integración de esta región en el sistema administrativo azerbaiyano.

Sin embargo, la ofensiva y posterior victoria de Azerbaiyán ha generado un éxodo masivo de la población armenia del enclave lo que ha provocado la condena del gobierno del primer ministro armenio, Nikol Pashinián y de la Eurocámara “que acusa al gobierno de Bakú de limpieza étnica por el desplazamiento forzado de más de 120,000 armenios” y califica dicha acción como “una violación flagrante de los derechos humanos”.

El conflicto ha tenido una limitada resonancia en el ámbito caribeño donde en los últimos años tanto Armenia como Azerbaiyán han aumentado su presencia diplomática en la región. Ambas repúblicas mantienen relaciones diplomáticas con la mayoría de los países del Gran Caribe. Un claro ejemplo es la República Dominicana que ha aumentado la emisión de visados para ciudadanos armenios en 2022 y tiene interés de profundizar en las relaciones establecidas en el 2007. En 2022 el entonces embajador dominicano Hans Dannenberg Castellanos, presentó sus cartas credenciales ante el presidente de la República de Armenia Vahagn Khachaturyan, convirtiéndose en el primer embajador de República Dominicana acreditado ante esta nación del Cáucaso. En el contexto de la presentación de sus cartas credenciales, señaló que “República Dominicana quiere que Armenia sea nuestra puerta al Cáucaso y Asia Central, y que mire a nuestro país como una posible puerta a la región del Caribe y la región centroamericana”. Enfatizaba posteriormente “que Armenia se ha convertido en una alternativa viable para solventar las dificultades que pesan sobre los servicios financieros y de transporte aéreo rusos, luego de la imposición de sanciones y representa una oportunidad para las exportaciones dominicanas hacia la Unión Económica Euroasiática”. Mientras que, en el caso de Azerbaiyán, en agosto de 2022 el presidente de la República de Azerbaiyán Ilham Aliyev recibió las cartas credenciales del embajador extraordinario y plenipotenciario de la República Dominicana Elvis Antonio Alam Lora siendo el primer embajador dominicano en ser acreditado en el referido país. En el encuentro diplomático Aliyev, destacó “el potencial existente entre ambos países, para ampliar las relaciones en una serie de campos, específicamente en el turismo, la educación y las áreas humanitarias”.

El conflicto también ha estado presente en ese proceso de ampliación de sus relaciones internacionales más allá del Cáucaso. En 2021 un año después de la derrota de Armenia en el conflicto y en una demostración de la importancia de la diáspora, el entonces ministro de Exteriores de Armenia, Ara Aivazián, llamó a los miembros de la diáspora armenia en América Latina y el Caribe “a participar activamente en la reconstrucción del país y contribuir a superar la derrota ante Azerbaiyán en el conflicto por Nagorno Karabaj”.

Por su parte Azerbaiyán participó en La Habana (Cuba), en la reciente Cumbre del G77+China con una delegación de alto nivel político encabezada por la presidenta del Parlamento Sahiba Gafarova. En su turno durante la Cumbre entre otras cosas, señaló que “tras liberar sus tierras de 30 años de ocupación armenia en 2020, Azerbaiyán inició trabajos de rehabilitación y reconstrucción a gran escala en estos territorios, y ahora es una de las principales prioridades estratégicas del desarrollo de Azerbaiyán”.

Sin embargo, a pesar de que ambos países mantienen relaciones en diferentes niveles con la mayoría de los Estados de la región las condenas o las llamadas al diálogo como mecanismo para resolver el conflicto han estado ausentes en el espacio caribeño donde existe una diáspora armenia cuantitativamente no numerosa, pero con presencia en Venezuela, Colombia, Honduras, Guatemala, México y Cuba.

De igual manera, los diversos organismos de integración llamados a tener una mayor presencia en las discusiones internacionales como la CARICOM, SICA, Organización de Estados del Caribe Oriental (OECS), la Asociación de Estados del Caribe (AEC) y la CELAC no se han pronunciado como bloque sobre el conflicto. Además, Armenia y Azerbaiyán son Miembros Observadores Permanentes de la Organización de Estados Americanos (OEA). Contrario al conflicto de Ucrania donde el 21 de abril de 2022 en una sesión extraordinaria convocada a solicitud de Guatemala y Antigua y Barbuda, con el apoyo de Estados Unidos, Colombia y Granada se aprobó una resolución que suspendía el estatus de Rusia como país Observador Permanente de la OEA hasta que éste retirara sus fuerzas militares de Ucrania en el caso del conflicto de Nagorno Karabaj no se ha emitido ninguna declaración.

Ciertamente las consecuencias geopolíticas del conflicto alterarán la dinámica de poder en el Cáucaso Sur. Pero cabe preguntar ¿El triunfo azerí abre las puertas a nuevos conflictos en el Cáucaso o da inicio a una paz duradera? ¿La presencia y el activismo político de la diáspora armenia en América Latina y el Caribe podrá ejercer algún tipo de influencia en el proceso de paz? ¿Seguirán fortaleciéndose los lazos entre Armenia y Azerbaiyán con los países del Gran Caribe? En los próximos años lo veremos.


Connected Worlds: The Caribbean, Origin of Modern World. “This project has received funding from the European Union´s Horizon 2020 research and innovation programme under the Marie Sklodowska Curie grant agreement Nº 823846. Dirigido por Consuelo Naranjo Orovio desde el Instituto de Historia-CSIC”.

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