El Museo de Cera, ubicado en la calle Isabel la Católica de la Zona Colonial, guarda los registros más certeros y pertenencias de Juan Pablo Duarte, que generará un encuentro más cercano e íntimo con el Padre de la Patria

Al pasar por la edificación que está fragmentada entre el Instituto Duartiano, una biblioteca y el Museo de Cera, todos conectados con pasillos y escaleras, y aunque sus funciones son diferentes, la intención coincide; es recordar, honrar, enseñar y conmemorar la vida del patricio Juan Pablo Duarte, así como guardar, compartir y fomentar sus ideales.

Más allá de la historia y de los datos que ya conocemos, ccmo que murió en Venezuela, que se comprometió con María Bobadilla, que fue hijo de Manuela Díez y Juan José Duarte, entre otros datos, al visitar este lugar puedes conocer y descubrir siempre algo nuevo e interesante acerca de su vida que podrían llegar a impresionarte.

Al realizar un recorrido por el centro que fue reordenado e inaugurado en el 2017, reporteros de este medio fueron acompañados de un enérgico guía llamado Andrés García, apodado “Abelino”, quien estaba preparado para responder preguntas durante el trayecto y compartir incluso los datos más curiosos e interesantes, pero menos preguntados.

Una de las primeras curiosidades compartidas por el guía es que el espacio donde hoy habita el Museo de Cera fue la vivienda de la poetisa y educadora dominicana Salome Ureña y su familia.
El continuar por el recorrido, especialmente en la primera etapa del museo en el que se encuentran guardadas algunas pertenencias de Duarte como libros, cartas, armaduras e incluso un mechón de su cabello, da la oportunidad de escabullirse más en su vida y conocer incluso datos curiosos de su historia.

Juan Pablo Duarte se destaca por haber sido el Padre de la Patria encargado de fomentar las ideas independentistas, pero conversando con el guía del museo conocimos un poco más de la historia detrás de ese deseo que tenía el patricio, de lograr una República libre e independiente, el cual se intensificó al verse envuelto en una escena de humillación cuando apenas tenía 16 años.

A esa edad, Duarte tuvo la oportunidad de hacer su primer viaje a Europa, ya que un amigo de su padre llamado Pablo Pujols, quien era capitán, emprendería un viaje hacia las Américas y luego a Europa, y los padres de Duarte querían que él conociera el mundo y también ampliara sus conocimientos.

Como en esa época, los dominicanos estaban bajo el mando de los haitianos, su pasaporte era de esa procedencia y durante el viaje, el capitán del barco le preguntó a Duarte en forma de ataque, ¿no te da pena muchacho, decir que eres haitiano, como está escrito en tu pasaporte?

Ante esta cuestionante el guía cuenta que Duarte sintió enojo y vergüenza y le respondió con firmeza: “yo soy dominicano”, a lo que el capitán expresó, “tú no tienes nombre, ni tu ni tus compatriotas merecen tenerlo porque cobardes y serviles inclinan la cabeza bajo el yugo de antiguos esclavos”.

La impotencia dejó al joven Duarte sin respuestas, pero esa noche juró ante Dios, que no se ocuparía de otra cosa más que no fuera en procurar probarle al mundo que éramos digno de llevar nombre propio, el dominicano.

Duarte era masón y firmaba como uno

Si es muy resonado el dato de que Duarte pertenecía a la logia masónica, pero ¿sabías que firmaba como ellos?

En una de las vitrinas del museo, se encuentra un libro titulado “Manual de las Tácticas de las 3 Armas”, sobre la infantería, artillería y caballería. Dentro de este manual, fue encontrada la firma original de Duarte y para la fecha en la que el patricio estudiaba esas páginas, se traduce a que se estaba preparando militarmente para luchar en la Guerra de Restauración contra España.

La firma original de Juan Pablo Duarte era “G.J.P.D.”, incluía una raya que encerraba el nombre y tomaba la forma de la letra “e” minúscula y tres puntos, la “G” era porque era general y los tres puntos eran el símbolo que utilizaban en esos tiempos y aun utilizan los masones en sus firmas.

Los apodos de Duarte

Continuando con los datos curiosos, que usualmente no se encuentran en los libros o son omitidos por los guías, al pasar por el diorama que presenta la escena de una de las reuniones de la sociedad secreta “La Trinitaria”, Abelardo revelo que los trinitarios utilizaban alias por razones de seguridad para encubrirse y el de Juan Pablo Duarte era Arístides.

Otro apodo que de los que se tiene registros es “arquitecto” y fue encontrado en una lista de cuando Duarte pertenecía a logia constante unión número 8.

Segunda novia y amor de su vida

Prudencia Lluveres, apodada cariñosamente en su familia como “Nona” fue la segunda novia de Duarte y la relación entre ellos duró poco tiempo siendo presencial, pero eso no quita que haya sido la más intensa.

Según cuenta el guía durante el recorrido, “La Nona fue el amor de su vida y ella murió esperándolo”, antes de que Duarte fuera desterrado, él le entregó una sortija como símbolo de que continuarían su amorío desde lejos, por su parte, Prudencia le dijo, que lo iba a esperar el tiempo que fuera necesario para estar con él y así fue. Desde 1844 hasta febrero del 1884, 40 años después esperó “La Nona” ella esperó a su amor eterno, con la desdichada suerte de que él no regresó con vida, ya que murió en 1876 de tuberculosis en Venezuela.

La conmovedora historia de amor entre Duarte y prudencia llegó a su fin siendo aún más triste, ya que ella nunca se casó y murió sola años después, también se supo que al pasar el sepelio por la calle el Conde de la Zona Colonial, Prudencia asistió y en un momento ella se arrodilló y exclamó “aquí te tengo mi Juan Pablo Duarte”.

Proclamación de Independencia

Al pasar por la escena en la que se encuentran los líderes, que sin la presencia de Duarte, proclamaron la Independencia Nacional, se sabe que el grito de júbilo antes de que Francisco del Rosario Sánchez izara por primera vez la bandera tricolor, fue “Separación, Dios, Patria y Libertad, ¡Que Viva la República Dominicana!”, pero el guía aseguro que en ese momento también se proclamó el nombre de Juan Pablo Duarte, y a este grito se agregó, “Que Viva Juan Pablo Duarte”.

Las alemanas quedaron encantadas con Duarte

El dato de que Juan Pablo Duarte al parecer causó sensación en uno de sus viajes a Europa, sí está registrado en un libro, “Vida de Juan Pablo Duarte” de Pedro Troncoso Sánchez, pero lo curioso del caso fue la forma en la que llegamos hasta esta curiosa anécdota y dar con ese dato entre las 521 páginas que contiene el libro.

El guía describiendo las cualidades que tenía Duarte, destacó que era un hombre interesante e inteligente, y en ese momento, recordó que en algún libro habría leído que eso llamó la atención de las alemanas.

Según cuenta el libro y una de las notas dejadas por el mismo Duarte, el que externaba por la situación en la que estaba su país en un cóctel al que fue invitado en la ciudad alemana, Hamburgo, fue algo que le atrajo mucha simpatías, en especial de las mujeres.

“Debo a la alta sociedad hamburguesa o si se quiere a la aristocracia, muchas pruebas de estimación y respeto, el considerar que estaba sufriendo por mi patria me atrajo muchas simpatías, hasta en el bello sexo. Las hamburguesas son afables, pero lo que las hace más amables es que unen afabilidad al decoro”, fue la nota dejada por el patricio.

Además de los datos curiosos mencionados anteriormente, al visitar el museo puedes conocer estas y otras sorpresas, dependiendo el guía con quien recorras los pasillos del museo y el nivel de curiosidad que tenga el espectador.

El museo de Cera tiene sus puertas abiertas al público de lunes a viernes de 9:00 a.m. a 05:00 p.m. sin costo de entrada, el único requisito es querer conocer más sobre la historia de la vida del patricio, Juan Pablo Duarte.

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