“El Chavo del 8” tiene una gran cantidad de capítulos que por alguna u otra razón podrían resultar inquietantes. Sin embargo, solo uno de ellos llegó a tal grado de ser censurado en diferentes países debido a las imágenes que resultaron grotescas e inapropiadas. Esta nota te contaremos todo lo que se sabe sobre este misterioso capítulo.
Hasta el momento, se desconoce cuál era el nombre oficial del capítulo. Sin embargo, se sabe que fue grabado a principios de la década de 1970, cuando la icónica serie creada por Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” apenas estaba comenzando a convertirse en todo un fenómeno.
¿Qué tuvo de especial este episodio de el chavo del 8?
Para empezar una de las peculiaridades de este episodio es que algunos de los personajes todavía no adoptaban sus clásicas vestimentas siendo el caso de “El Chavo” el más notable debido a que portaba una camiseta blanca con un estampado donde aparecía el “Chapulín Colorado” en lugar de su clásica camiseta a rayas.
El capítulo en cuestión comienza con “Don Ramón” haciendo algunos trabajos de carpintería y como siempre sucede, “El Chavo” llega de curioso y termina distrayendo al papá de “La Chilindrina” quien se corta el dedo con un serrucho y comienza a sangrar. El hecho resultó sumamente extraño pues nunca antes había aparecido sangre de manera explícita en dicha producción.
Conforme avanza el capítulo, las cosas van subiendo de tono. “Don Ramón” lanza un martillo y golpea a “Kiko” y su mamá sale en su auxilio. Sin embargo, en lugar de golpear al personaje de Ramón Valdés, “Doña Florinda” le pega al “Señor Barriga” con el mismo martillo que le pegaron a su hijo, lo cual, desata una reacción en cadena.
En otro momento de la pelea “Kiko” jalonea del cabello a “La Chilindrina” e intenta propinarle un puñetazo. Pero ella se agacha y el que recibe el golpe es “El Chavo” quien sin dudarlo se lanza contra “el cachetes de marrana flaca” para conectarle varios izquierdazos y derechazos. Posteriormente se arma una auténtica pelea campal y se puede ver que algunos de los golpes que se dieron fueron reales.
Al finalizar la grotesca escena, “El Señor Barriga” sale de la vecindad en camilla con una enorme protuberancia en la cabeza y con sangre en el rostro. Además, dice la frase “les di tanta lástima que todos me pagaron la renta, qué bueno ¿verdad?” para enseguida desmayarse.
