Las oportunidades de trabajo antes eran divididas por los géneros, clasificando los puestos dependiendo de las tareas, en mujeres y hombres. No obstante, con el pasar de los años las mujeres han demostrado que son capaces de realizar cualquier tipo de trabajo, incluso, aquellos que han sido “clasificados” para hombres.

A propósito de haberse celebrado en este mes de marzo el Día Internacional de la Mujer, elCaribe conversó con la señora Mariluz Cabrera, una madre soltera, que se desempeña como operadora de paletizadora de la empresa estadounidense Coca Cola, en su sede en República Dominicana.

Esta valiente fémina, oriunda de San Cristóbal, contó a este medio su historia de superación y mostró, no solo sus cualidades laborales, sino también su lado humano, bondades que la convierten hoy en día en una mujer emprendedora.

¿Cómo es tu día a día entre el trabajo y tu familia?
Mi día empieza a las 5:30 de la mañana, cuando me levanto. Dejo todo organizado la noche anterior, para que en la mañana sea más fácil. Alrededor de las 6:30 de la mañana ya estoy en Bepensa. Soy la única mujer en el área de paletizadora de la línea 2. Mi trabajo consiste en operar la máquina paletizadora, recibir los huacales con las botellas vacías para que entren en el proceso interno de volver a la cadena de valor, y ocuparme de que se vuelvan a completar con las botellas llenas. Me gusta mucho lo que hago, porque además de recibir el apoyo de todos mis compañeros, me demuestro cada día que no hay límites que una mujer no pueda romper.

Crecimiento profesional y maternidad, ¿cuáles han sido las enseñanzas de esas etapas en tu vida?
Que sí se puede. Y un claro ejemplo de ello soy yo, que empecé hace 13 años y 10 meses en Bepensa Dominicana como ayudante; después pasé a ser operadora y, desde hace cuatro meses, me desempeño en el área de paletizadora. La clave es estar siempre atentos y mantenernos aprendiendo cada día algo nuevo. En cuando a lo personal, considero que he sido una mujer muy valiente, ya que soy madre soltera de tres varones de 10, 16 y 19 años. En ese aspecto he sido afortunada, ya desde que nacieron mis hijos he contado con el apoyo de mi madre para su crianza. Gracias a mi trabajo, he podido darle una mejor calidad de vida a mi familia, crecer como profesional y desafiarme constantemente a nivel personal.

¿Cómo puedes lidiar con el trabajo y la responsabilidad de ser madre?
No te puedo decir que ha sido fácil, sin embargo, además del apoyo de mi madre tengo la fortuna de pertenecer a una empresa que entiende y nos brinda soporte, muy especialmente para compaginar mi rol de madre con mi ejercicio laboral. Muy importante: En la compañía para la que trabajo no es un obstáculo ser mujer para ocupar cualquier puesto. Por ejemplo, mi jefe vio el deseo que tenía de aprender y entendió que lo podía hacer bien en el área de paletizadora, y aquí estoy, muy orgullosa de ser la única mujer que trabaja de la paletizadora de la Línea 2.

¿Consideras tú que existe género para desarrollar algunas labores?
Para nada, cuando se trata de realizar un trabajo con excelencia no hay un género. La clave está en estudiar, en aprender mucho y mostrar siempre la disposición de avanzar. Yo creo que ambos, tanto hombre como mujer, podemos desarrollar los mismos roles, si nos lo proponemos.

¿Cómo ha sido desarrollar una laboral catalogada como masculina?
El equipo me ha tratado muy bien, me respetan todos. Trabajando sentimos un apoyo incondicional. Sin importar el área en que nos desempeñemos, siempre sentimos ese espaldarazo de la empresa. Aquí tenemos programas de desarrollo que nos permiten adquirir nuevas habilidades para desempeñar nuestras labores.

¿Qué lección le quieres dejar a los hijos?
Cuando escalo un puesto más, siempre les digo: “He subido bastante aquí (en Bepensa), y eso se gana”. Quiero enseñarles que es importante que siempre adquieran conocimientos y echen hacia adelante. Aquí nos sentimos confiadas y empoderadas porque nos dan la oportunidad de escalar y ocupar otros espacios de responsabilidad.

¿Cómo llegar a ser madre exitosa?
Cada madre tiene su propio libro, por eso no puedo decir que mi modelo sea el perfecto para todos, aunque sí pienso que el punto fundamental es siempre estar al pendiente y no descuidar los pasos que dan los hijos. Aunque llegue de noche a casa, converso con ellos, les pregunto qué han hecho, y, sobre todo, los motivo con el buen ejemplo del trabajo honesto.

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