El nuevo año escolar pautado para iniciarse el próximo 2 de noviembre en medio de razonables incertidumbres, como consecuencia de la pandemia de la Covid-19 y su secuela de crisis sanitaria, económica y social, se constituye en un desafío sin precedente para el país, al mismo tiempo que un ineludible compromiso de todos los actores envueltos en el sistema, desde el Ministerio de Educación(MINERD), la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), las familias, las entidades privadas que trabajan en favor de la educación, y todos los demás componentes.

El trabajo para echar a andar el año escolar 2020-2021 bajo la modalidad virtual o no presencial -con todas sus reconocidas debilidades- mientras se continúa la batalla para detener los contagios y aplanar la curva de fallecimientos por el virus, necesitará, no sólo de los recursos a tiempo -de por si limitados en el gobierno central- y del empuje sin reservas de las nuevas autoridades educativas, sino además, del concurso de docentes capacitados en tecnología, bien valorados, comprometidos e incentivados, sin dejar de lado que, hoy más que nunca, se requerirá de la conciencia.comprensión y esfuerzos de los padres de los estudiantes, y por qué no, de una responsabilidad social más notable de parte del empresariado, especialmente las telefónicas.

El Minerd ha iniciado el proceso de inducción tecnológica a los maestros y las maestras a través de distintas televisoras nacionales, muy a pesar de las dificultades que le genera la deficiencia de un sistema eléctrico que sigue provocando apagones en distintos sectores, incluyendo el municipio Santo Domingo Este. Según pudimos observar en el primer día del programa para el fortalecimiento de los conocimientos tecnológicos para ser aplicados en la modalidad virtual-las redes de la internet y la televisión-, los docentes tienen la oportunidad de aprender un nuevo modelo de enseñanza-aprendizaje, con un concepto transformacional, empoderamiento, potencializador y de interacción continúa.

Según lo planteado por los especialistas de la educación virtual de la Unesco -organismo internacional que generosamente asiste a la educación del país-, el primer gran paso que deberán dar los docentes será tratar de aprovechar la interacción con estudiantes y sus familias para generar la necesaria empatía que les permita conectar con sus alumnos, aspecto clave para lograr mejor provecho en el proceso cognitivo.

La pandemia nos ha generado un desafío en la educación que debemos afrontar todos, pero, al mismo tiempo. una oportunidad para instrumentalizar la tecnología en la eficientización de un viejo modelo que, los más expertos de la pedagogía, están contestes en que se hace necesario repensarlo frente a las probadas debilidades que arrastra, con resultados poco efectivos de acuerdo a las mediciones nacionales e internacionales que se han realizado a partir del 2013 cuando se comenzó a aplicar el 4% del Producto Interno Bruto en la educación.

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