La muerte del afroamericano George Floyd a manos del policía blanco Derek Chauvin ha puesto nuevamente sobre el tapete la cuestión de la brutalidad policial contra esa minoría, tema recurrente, pero también la de la brutalidad policial en general y no solo en Estados Unidos. Hasta en Canadá han aprovechado la coyuntura para denunciar abusos policiales contra indígenas. Los estadounidenses demandan reformas de tácticas policiales y se han anunciado ya, pero eso es solo una faceta del problema. El caso es que hasta ahora ha sido difícil demandar a agentes que hieren o matan injustamente a ciudadanos. Ahora que se cuestiona eso, los demócratas han anunciado un proyecto de ley para facilitar las demandas, abriendo así un nuevo frente contra los republicanos.

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