Tras la intervención directa de Estados Unidos en el conflicto bélico entre Israel e Irán, en lo inmediato la incertidumbre y temor se centran en los inminentes efectos en la economía mundial. La razón: previsible escasez y carestía de hidrocarburos si se produce una interrupción en el estratégico tráfico naval por el estrecho de Ormuz, que controla Irán desde 1975 y por donde transita el 20 % de los flujos mundiales de petróleo, según las noticias. Además de las consecuencias de la guerra Israel-Irán esto preocupa a analistas económicos porque Ormuz es la puerta del Golfo Pérsico con el resto del mundo para el transporte de petróleo y gas natural licuado.