En un país con casos de corrupción de miles de millones de pesos, parece insignificante e intrascendente uno de casi 4 millones, un presunto desfalco en el Ministerio de Agricultura del cual, el Ministerio Público acusa a un hijo de un viceministro. Sin embargo, no se trata de monto o cuantía de lo robado, sino de que robo es robo, infracción penal. Si no, pregúntesele a encarcelados por robarse un salami o un racimo de plátanos. La Pepca ha hecho bien en actuar contra los presuntos autores. Si a un ciudadano cualquiera le robaran, por ejemplo, 20 mil pesos, que no son cuatro millones, esperaría recibir justicia.