Desde que finalizó el proceso de las elecciones del 2020, y por las constantes sentencias de los tribunales que anulan artículos de la Ley de Partidos Políticos por inconstitucionales y violentar derechos fundamentales, todas las voces están a una, partidos y sociedad civil, clamando que hay que modificar las leyes electorales. Ni el Coro Nacional está tan afinado. El problema es que no pasan de las palabras a los hechos y por más que la Junta Central Electoral y su presidente, Román Jáquez, gritan que el tiempo está encima, parece que esa parte no se escucha y todo se diluye en discursos retóricos. Alfredo Pacheco, presidente de la Cámara de Diputados, prometió ahora pisar el acelerador. La esperanza es lo último que muere.