Exceptuando uno que otro traspiés de la Cancillería, o quizá más propiamente se pueda decir que del canciller Roberto Álvarez, en el choque por el canal con el que desde Haití se aprovecharían del río Masacre, las negociaciones han sido bien llevadas. Incluso, tanto por la aclaración que le hizo a Moise en Ecuador como por su precisión al supuesto reconocimiento del derecho de nuestros vecinos para el uso de las aguas, la posición del presidente Abinader no ha implicado concesiones. Es la razón por lo que no se entendieron los ataques directos al mandatario dominicano de parte de los participantes en una marcha ayer en Dajabón. Llamó la atención, además del discurso incendiario, que el presidente dominicano fuera receptor de más críticas que el haitiano.

Posted in Dan de qué hablar

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas