Las lluvias han provocado deteriores en caminos en la zona rural, en calles y avenidas en las ciudades y en diferentes carreteras. En el caso del Distrito Nacional, las aguas han expandido muchísimos hoyos en el pavimento, y eso se traduce no sólo en dificultad para el rodamiento de vehículos, sino también para los bolsillos de los usuarios. Se necesita, en el Distrito, incluso, en vías de alto tráfico, que el Ayuntamiento, con la ayuda de Obras Públicas, acometa un plan de bacheo para impedir que los deterioros sean demasiado grandes. Es necesario que el Ministerio de Obras Públicas replique el programa que inició en la autopista Duarte. Con los tapones, es suficiente.

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