La procuradora adjunta Yeni Berenice tiene fama de medida en sus actuaciones y pronunciamientos y aunque en ocasiones, por el tono alto de su discurso, aparente alterada, no pierde la compostura ni se desvía de su rol. Conoce al dedillo lo que ordena ‘“el debido proceso’’ y no es dada a poner la carreta por delante de los caballos. Por eso llamó la atención, y sorprendió, que soltara la especie, sin que viniera al caso, de que una exdirectora del Conani estaba siendo investigada como parte de la Operación Coral. ¡Qué vaina más grande!, exclamó un leguleyo, porque esa sola expresión bastó para que el tribunal callejero dictara sentencia, de forma injusta, contra toda exdirectora reciente del Conani que le llegara a la mente.

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