Un grupo reclamó ayer mayor atención para el sector salud y entre sus demandas estaba que le asignen un 4.5% del PIB a ese sector, lo que podría verse como un reclamo conservador porque la meta estratégica (END) es que se otorgue un 6%. De entrada, ambos porcentajes serían impensables para nuestra economía, además de que los montos fijos de recursos no guardan relación con la calidad del servicio. Eso remite a la aleccionadora experiencia del 4% del PIB para la educación, que como consigna fue algo simpático y aglutinador pero con resultados prácticos que no están a la altura de la apuesta. Además, preguntamos: ¿por qué pedir más porcentajes del PIB si hay muchos otros aprobados con los que el presupuesto no ha podido cargar?.

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