Para los que vimos el debate Trump-Harris, con cierta objetividad, estuvimos de acuerdo que la candidata demócrata -Kamala Harris- ganó el debate. Sin embargo, la denuncia que después hiciera la expresentadora de la cadena conservadora Fox News, Megyn Kelly, puso en tela de juicio, a través de un video en su canal de Youtube, esa percepción al afirmar: “Me averguenzo de esos moderadores de ABC News … Fueron tres contra uno en el escenario del debate…”, “Trump hizo lo mejor que pudo dadas las circunstancia, pero realmente fue como si tres boxeadores golpearan a un oponente” (Fuente: Daily Beast, 9/11/2024 -traducción libre-). Tal denuncia, en nuestra opinión, echó por tierra esa primera apreciación sobre que Kamala Harris ganó el debate, pues, ¿cómo no?, si, y según trascendió o dijo Kelly, hubo arreglo o anticipo favorable a Kamala.
Si fue así, es síntoma de dos cosas: a) como se ha dicho, en esta campaña ninguno o pocos de los hacedores de opinión pública han dejado de tomar partido; y b) lo que es peor, la ética periodística se fue al carajo en la democracia más influyente de Occidente. Y eso marca un antes y un después, aunque ya es tradición que medios o cadenas asuman o endosen a un determinado candidato; pero que “arreglen las cosas” como lo denunció la expresentadora de Fox News que, de paso, tuvo fuertes encontronazos con el expresidente Donald Trump, a la sazón, aspirante presidencial en 2016, deja mucho que desear o demuestra que la prensa en los Estados Unidos no anda bien.
Y si quedara eso así -que Kamala subió al escenario-foro con ventaja-, la impresión de que ganó el debate huele a chicana periodista del tercer mundo y pone a pensar que verdaderamente el candidato Trump es un peligro, pero para ciertos intereses fácticos, comerciales y geopolíticos más que para la democracia como se jactan de decir y repetir los demócratas y sus aliados mediáticos.
En paralelo, hallazgo o disgregación oportuna, traemos a colación que un reciente estudio sobre cómo ha cambiado o evolucionado la opinión pública respecto a variopintos temas (tecnología, política, religión y cuestiones sociales) en los Estados Unidos, realizado por el Pew Research Center/Centro de investigaciones Pew, por sus siglas en inglés- arrojó, sobre la creciente insatisfacción con los partidos Demócrata y Republicano “que alrededor de 3 de cada 10 estadounidenses ahora tienen opiniones desfavorables de ambos partidos”; y precisa, al respecto: “Este es sólo un elemento de la amplia insatisfacción de los estadunidenses con la política”. Ello, enfatiza el estudio, en comparación con que “a principios de la década de 2000, muy pocos estadounidenses tenían opiniones desfavorables sobre ambos partidos”.
Finalmente, éramos de los que pensaban que, dado lo cerrado de las elecciones, el debate podría marcar tendencias, pero parece que no; y peor, con los atentados al expresidente Trump, las cosas lucen de pronósticos reservados o como que van por otros derroteros impredecibles en término de un ganador o de que el país se pueda ver en una crisis sociopolítica inaudita después de las elecciones. ¡Ojalá que no!