El Comité Nacional de Salarios volvió a posponer la discusión del fondo del aumento del salario mínimo al sector privado no sectorizado. La nueva posposición fue fruto del impasse que afectó a la anterior reunión, producto de la posición del sector empresarial o empleador de no discutir ni aceptar un aumento del salario mínimo sin que antes haya una reclasificación de las empresas.
El reclamo de los empleadores es viejo. Lleva algo más de una década, y abarca al menos cuatro aumentos en el salario mínimo, que tiene tres categorías y se fija en base al tamaño de las empresas, de sus activos.
El salario mínimo menor se aplica a las empresas cuyos activos tienen un tope de RD$2.0 millones, el nivel intermedio corresponde a las que tienen activos entre RD2.0 y RD$4.0 millones, y el salario mayor, que ahora es de unos RD$16.000, se aplica para las empresas con activos por más de RD$4.0 millones, que son consideradas como “grandes”.
En la práctica, cualquier colmado de un sector residencial o popular, que opera en un local del dueño del comercio, tiene activos por más de la cifra a partir de la cual se clasifica de “grande” en el modelo actual. Y realmente no es ni una mediana empresa. Es más, si se mide por el número de empleados, uno o dos dependientes y un delivery, no pasa de ser una “micro”.
Vistas así las cosas, parece válida la objeción de los empleadores a un aumento del salario mínimo en base a los actuales parámetros utilizados y su petición de que se adopte el mandato de la Ley 188-17, que crea la clasificación en base a dos parámetros: ventas y/o número de empleados.
Los trabajadores, representados en el Comité Nacional de Salarios por las centrales sindicales, tienen el temor de que si se cambia la fórmula pudiera producirse en algunos casos rebaja de salarios, en vez aumento.
Los patronos han presentado fórmulas de reclasificación empresarial que garantizan que no habrá rebaja ni estancamiento del salario mínimo, aunque no han podido convencer a los trabajadores.
Como el impasse llegará hasta el próximo encuentro, el martes 14, le toca al director del CNS, agregar a su postura de apertura y conciliación, una dosis de gestión para que se zanjen las diferencias y para que el alza salarial que apruebe.
