En este tiempo de pandemia es que se puede valorar con propiedad la importancia del Estado en su deber de preservar la salud de los ciudadanos.
La iniciativa privada es buena en todos los campos, pero en la salud, como en educación, no se debe permitir que supere la capacidad de iniciativa del Estado. Y en tal virtud, los gobiernos tienen que hacer todos los esfuerzos para mantener los niveles de calidad adecuados para atender a los ciudadanos.

La circunstancia actual lo muestra como nunca antes con los casos de covid-19, particularmente cuando las personas entran en un cuadro de crisis o gravedad.

Los familiares acuden a los centros privados con sus enfermos y les cierran las puertas, aunque los mismos estén asegurados con el mejor de los prestadores privados.

Solamente tienen que percibir que el paciente padece la covid-19. Ahí mismo se lo llevó el Diablo y no tiene más alternativa que los hospitales públicos.

Los casos se repiten especialmente en el Gran Santo Domingo, donde las clínicas han limitado los internamientos por covid-19, incluso a cero.

No todos hospitales públicos tienen salas covid-19. Hacen lo que pueden, y cuando llega un paciente asegurado en el sector privado y no pueden atenderlo porque su plataforma no lo procesa, entonces lo afilian con prontitud en el plan subsidiado del Servicio Nacional de Salud (Senasa).

Afortunadamente, la pandemia nos tocó cuando el Estado dominicano ya había dado pasos para mejor la asistencia, para estar en capacidad básica para responder una situación de esta magnitud.

Y son estas las circunstancias que permiten comprender mejor el valor de un servicio público de salud accesible a los ciudadanos.
Por eso, hay que insistir en la necesidad de que el Estado invierta cada vez más en centros hospitalarios, y no deje ese negocio al sector privado, donde muchos de sus actores lo ven todo desde la perspectiva del dinero, no importa el sufrir de las personas.

El Estado debe apostar al mantenimiento, desarrollo y modernización de sus infraestructuras e instrumentos hospitalarios, lo mismo que atender las demandas de los profesionales que les prestan sus servicios.

Posted in Editorial

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas