Permítannos los amigos del Partido Reformista tomarles su lema prestado para ilustrar que no se deben establecer diferencias entre ciudadanos ni tampoco privilegiar a sectores particulares, sociales y económicos, en desmedro de otros.
Nos referimos a las excepciones en el Plan Nacional de Vacunación. Para unos sí, para otros no, cuando debiera ser de igual cumplimiento para todos, con sus excepciones naturales, claro está, porque obtusos no somos en elCaribe.

Nos identificamos con la resolución que hace obligatoria la presentación de la tarjeta de vacunación para ingresar a determinados lugares públicos, la que ha sido asumida por la mayoría de los sectores de la vida nacional y hasta por personas reacias, a juzgar por la afluencia a los centros de no vacunados y de los que tienen una sola dosis.

Pero es una resolución con múltiples lagunas, empezando porque no se pide la tarjeta y ni siquiera una prueba PCR negativa para penetrar por la puerta más ancha y grande que es la de ingresar a República Dominicana, hasta de viajeros provenientes de naciones donde las nuevas variantes están presentes, entre ellas la temible delta.

La apoyamos convencidos de que de alguna manera hay que ser “persuasivos” con los que se resisten a la inoculación y porque por encima de su presunta ilegalidad por supuestamente violentar derechos individuales y constitucionales, estamos a favor, sin medias tintas, del bienestar de la mayoría de la población, y más en materia de salubridad.

Sin embargo con el paso de los días han aparecido otras excepciones y la relativización de la medida, con la exclusión de templos religiosos y centros de salud y también para los turistas y huéspedes que entren a, citamos, “hoteles y servicios ofrecidos dentro de estos”.

Una medida destinada a evitar el contagio y la propagación de un virus tan letal no puede jamás llenarse de “agujeros” que la terminan convirtiendo en un colador que al final no protege a nadie.

Las autoridades tendrían que ser más cuidadosas cuando se trata de favorecer intereses particulares y deberían en cambio enfocar toda su atención en salvaguardar la salud de todos.

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