En pocos días se va reconfigurando un panorama nuevo en el competido escenario político dominicano, en el cual merece atención el desarrollo de los acontecimientos en el partido de gobierno.
Ayer dos hechos llamaron poderosamente la atención. La destitución del ministro de Economía y Desarrollo Isidoro Santana, después de unas declaraciones en las que comentaba el buen desempeño económico y las perspectivas de crecimiento, el proceso de descentralización, pero especialmente su ardiente oposición a que la Constitución de la República sea reformada en medio de un proceso electoral. El otro acontecimiento, el lanzamiento de la precandidatura del ministro de Obras Públicas Gonzalo Castillo por el PLD, y su renuncia al Ministerio ante el presidente Danilo Medina.
En el primer caso, el gobierno envió un mensaje que pareciera sugerir que en la función pública debe prevalecer entre los funcionarios un sentido de “debida obediencia” al mando central. El destituido ministro Santana antes había declarado expresamente su oposición a una reforma constitucional para habilitar al presidente Medina. Tolerar otra declaración contraria a opiniones de algunos actores políticos favorables a la reforma constitucional, pudo considerarse demasiado.
En el segundo caso, el lanzamiento de Castillo, y su consiguiente renuncia del puesto, constituye un elemento nuevo en la lucha interna en el PLD. Hasta hace poco, y según él mismo declaró en su discurso de presentación de aspiraciones, estaba concentrado en promover la reelección del Presidente. El desistimiento del mandatario lo ha estimulado a dar el paso.
Su decisión plantea interrogantes respecto a los otros precandidatos del entorno del presidente Medina, toda vez que no formaba parte del grupo inicial que había decidido buscar la candidatura presidencial.
Ahora, quienes enfrentan a Leonel Fernández tienen un nuevo competidor, lo cual disminuirá sus posibilidades de crecimiento, por la simple dispersión de fuerzas al interior del grupo en el poder. De todas formas, el espectro de las primarias en el partido oficial es más que amplio, pues los concurrentes son todos los ciudadanos inscriptos en el padrón de la Junta Central Electoral (JCE).
Con la salida de dos ministros, el gobierno recibe nuevos impactos a consecuencia del proceso de recomposición del poder.
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