Con sus altas y bajas, el servicio eléctrico se venía manteniendo, sin que las caídas provocaran protestas. Pero desde el pasado 3 de este mes, la situación se ha complicado.

La salida de la planta AES Andres y sus 300 megavatios a consecuencia de un rayo, ha impactado la mayoría de los circuitos.

A ello se agregan noticias inquietantes. Según la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), la generadora Barahora Carbón, de 45 megavatios, saldrá del sistema por mantenimiento durante un período de 45 días. CESPM, conocida como Cogentrix, de 300 megavatios, tiene programado un mantenimiento de sus unidades a finales de este mes.

La empresa pública dice además: Reponer la capacidad productiva de AES Andres puede tomar hasta dos meses, sólo para “hacer algunas reparaciones que le permitan entrar el ciclo simple con alrededor de 190 megavatios. Para completar la entrada de los 110 megavatios adicionales en ciclo combinado, deberá tomarse entre 18 meses y dos años, pues su caldera de vapor y el generador quedaron totalmente destruidos”.

Ese panorama sugiere que necesariamente las empresas distribuidoras tendrán que adquirir ese faltante en el llamado mercado Spot, a precios muy distantes de los comprometidos por AES con el sistema eléctrico, que son de entre 8 a 10 centavos de dólar el kilovatio/hora.

La CDEEE estima que al salir las distribuidoras al mercado Spot el subsidio eléctrico podría aumentar a 49 millones de dólares mensuales, “los cuales se agregan a los 200 millones de dólares en que aumentará el subsidio este año por las alzas del petróleo”. Lo que se calcula es que dicho subsidio podría totalizar este año 715 millones de dólares.

¿Resiste el sistema una situación como esa durante tanto tiempo?

La CDEEE ha advertido que el panorama de apagones se multiplicará a partir de octubre por “un serio desabastecimiento de energía, con los consecuentes aumentos del subsidio y mayores cantidades de apagones en frecuencia y duración”.

No quisiéramos compartir las opciones que sugiere la CDEEE para afrontar ese panorama, porque habría que pensar en una tétrica obscuridad. No imaginamos qué se pretende con todo este cúmulo de malas noticias en el sector eléctrico, servidas precisamente por el conglomerado eléctrico.

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