El embarazo en adolescentes el principal aliado del subdesarrollo y de su componente esencial, la pobreza.

Cuando el embarazo toca a una menor de 18 años, casi automáticamente está provocando una interrupción de su proceso educativo. Es un motivo para la deserción escolar.

Inicia o se le da continuidad a un ciclo pernicioso de profundización de la pobreza porque la educación es la vía fundamental de superarla. Y si se detiene, suspende o pospone el proceso de estudios, también se extingue la posibilidad de crecimiento y desarrollo de la persona. Y a la vez inicia un drama humano con ribetes sociales y económicos que termina en poner a menores a cuidar y criar menores.

El embarazo en adolescente se puede dar en cualquier nivel de clase social, pero es más propenso y con mayor impacto negativo en los estratos más pobres porque además de interrumpir el tránsito hacia el desarrollo de la menor que incursiona prematuramente en el camino de la maternidad, también de una u otra forma les crea situaciones de difícil manejo a sus familiares cercanos.

Enfrentar el problema debe ser una labor combinada, entre el Estado como responsable de diseñar políticas públicas, y de la sociedad en general a través de sus diferentes instancias de impacto social, con el núcleo familiar como primer escalón de la prevención.

El proyecto “Transformando futuros” sobre prevención de embarazos adolescentes y uniones tempranas que ejecuta el Ministerio de la Mujer es una iniciativa con una gran responsabilidad para al menos disminuir esa práctica, porque eliminarla sería muy pretencioso, aunque debería ser lo ideal.

Los avances de ese proyecto, implementado por Plan Internacional vía fondos del Centro de Fomento y Promoción de las ASFL, fueron presentados la semana pasada durante una asamblea comunitaria en Peralta, de Azua.

“Con esta iniciativa junto a Plan Internacional estamos buscando generar procesos de fortalecimiento de las estructuras y organizaciones de base comunitarias que están dedicadas a trabajar un tema tan importante para el país como lo es la prevención del embarazo adolescente y uniones tempranas”, dijo la ministra de la Mujer, Mayra Jiménez.

Involucrar a las entidades comunitarias es una forma de socializar la solución al problema para que no sea solo del Estado y la familia. ¡Adelante con la iniciativa!

Posted in Editorial

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas