Los abuelos son seres especiales que aparecen en la vida de las personas, y que forman parte de los mejores recuerdos de la infancia, por su carácter de apoyadores, de cómplices de trastadas y hasta defensores ante las consecuencias de ciertas travesuras de la niñez.
El 26 de julio se celebra el Día del Abuelo, debido a que esta fecha es, según el calendario católico, el cumpleaños de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús.
Su importancia en el crecimiento, en el desarrollo de la personalidad y en la capacidad de brindar afecto ha sido demostrada por las ciencias de la conducta, porque los abuelos suelen ser los primeros modelos que tienen los niños en el principio de su vida.
También está comprobado que cuando los abuelos comparten actividades con sus nietos estas experiencias resultan enriquecedoras para la formación del carácter y de la personalidad de los pequeños, y son un pilar afectivo porque los abuelos no están para corregir, sino para brindar cariño.
“Uno les dedica a sus nietos el tiempo que no pudo dedicarles a los hijos”, decía un señor que acompañaba a un pequeñín de cuatro años que montaba trabajosamente en una bicicleta a la que le habían quitado las rueditas de apoyo.
Convertirse en abuelo es, en cierta medida, una manera de “enñiñecer” un poco para acompañar a los nietos en su descubrimiento del mundo, alegrarse con ellos ante cada pequeño triunfo, consolarlos ante los golpes y las caídas tan frecuentes, compartir sus juegos y ofrecerles el apoyo que necesitan para tener una infancia feliz.
Todo lo escrito hasta este punto nos indica que el Día del Abuelo no es una efeméride cualquiera, sino una jornada que deber ser vivida, celebrada y consagrada como la más especial en la vida de los abuelos y de los nietos.
Invitamos a todas las personas, de la edad que sea, a celebrar esta fecha con un regalo a los abuelos, esto es para los que todavía los tengan, a compartir una actividad diferente, como una excursión de pesca, un paseo, una invitación a comer, partir un bizcocho y brindar con ellos, poner en las redes imágenes de momentos especiales, son algunas de las formas en que podemos eternizar a estos seres luminosos que acompañaron nuestros primeros pasos.
