En el artículo anterior comentamos la relevancia de la atención a la diversidad y a las políticas de inclusión que caracterizan los procesos educativos actuales. Asimismo, reseñamos los avances del país en esta materia y las acciones específicas llevadas a cabo de cara a concretar esas políticas. En tal sentido, destacamos el fortalecimiento de la Dirección de Educación Especial del Ministerio de Educación, la creación de los Centros de Recursos para la Atención a la Diversidad (CAD), el lanzamiento del Plan Nacional para la Educación Inclusiva, y la articulación de esfuerzos para la aplicación de lo suscrito en la Ordenanza 4 -2018. En general, se evidencia una apuesta por conformar escuelas más inclusivas.

Justamente esa Ordenanza, comento a continuación. Este documento ministerial norma los servicios y estrategias para los estudiantes con Necesidades Específicas de Apoyos Educativos (NEAE). Así también, define de manera muy pertinente, estas necesidades y explica las Medidas para la Atención a la Diversidad (MAD) que deberán ser implementadas en la escuela dominicana e integradas tanto al Proyecto Educativo del Centro, como a sus planes de mejora.

La Ordenanza normaliza el proceso de detección de situaciones especiales en los estudiantes y la evaluación sicopedagógica requerida para estos casos. Al mismo tiempo, describe los diferentes entornos de escolarización (los espacios y estrategias educativas donde se pueden escolarizar a estudiantes con NEAE), desde aulas específicas para la Inclusión educativa ubicadas en escuelas regulares, centros de educación especial, programas de atención integral y hasta aulas hospitalarias. Asimismo, define una serie de términos y procesos como son: Dictamen de Escolarización, Plan de Apoyo Psicopedagógico Personalizado (PAP), y Ajustes Curriculares Individualizados (ACI), y hasta prevé el proceso la evaluación de aprendizajes de estos estudiantes. En fin, estamos ante un documento valioso, riguroso y que contempla todas las dimensiones de atención para esta población.

Como bien lo instruye la Ordenanza, los CAD que ya están operando en algunas de las regionales, aproximan sus ejecutorias a lo prescrito. No obstante, existen muchas limitaciones en cuanto espacios y equipamiento adecuados para los fines previstos, carencia de profesionales que puedan ofrecer servicios de evaluación y apoyo especializado. Sobre todo, falta generar un cambio de cultura organizacional que permita acoger con responsabilidad, compromiso y empatía los estudiantes con Necesidades Específicas de Apoyos Educativos, para posteriormente impulsar un cambio social que provea un espacio laboral y una vida digna a esos jóvenes.

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