Hace unos meses por este mismo medio nos referimos a la compleja situación de las relaciones RD-Haití a través de un artículo bajo el título “No dejemos solo al presidente.” Así comencé mi artículo publicado el 19 de septiembre pasado donde me refería a la vigencia de ese clamor frente al manejo de esta compleja situación para el joven presidente Luis Abinader Corona. Y hacíamos una reflexión de cómo la sociedad dominicana está dividida en dos enfoques: los que defienden la soberanía nacional, en el entendido de que históricamente hay naciones que han querido buscar la solución a esta problemática integrando la isla, pretensiones que para los dominicanos de sentimiento patriótico y nacionalista son sencillamente inaceptables. Y los que se escudan en estos preceptos para darle riendas sueltas a su actitud racista y antihaitiana, lo cual, a nuestro modo de ver, sigue presente pese al importante paso dado el pasado jueves 12 en el Salón Verde del Palacio Nacional.

Con la firma del “Pacto Nacional para la formulación y ejecución de políticas de Estado frente a la situación de Haití” se sella en esta primera fase las acertadas, intensas y sistemáticas acciones orientadas por el señor presidente para que la República Dominicana se haga escuchar ante la humanidad a través de distintos espacios y foros internacionales y presentar al mundo los motivos de sus actuaciones soberanas frente a la situación en Haití y su incidencia directa en nuestro país. La República Dominicana ha sido extremadamente solidaria y generosa con el pueblo haitiano, este sufrido pueblo que en modo alguno es responsable de su desgracia que viene desde sus orígenes y se ha acentuado luego del magnicidio contra el presidente Jovenel Moise en 2021.

Debido a la postura firme del presidente Abinader y su gobierno se ha logrado cierto nivel de atención de una gran parte de la comunidad internacional y de sectores políticos, sociales, académicos e intelectuales, a nivel nacional. Este avance es importante aunque debemos seguir aunando mayores esfuerzos porque la crisis en Haití va in crescendo dado que se deriva en esta ocasión de un colapso institucional del Estado haitiano que genera un nivel de inseguridad generalizada y crisis humanitaria sin precedentes.

En lo relativo a la política exterior quiero reiterar mi preocupación respecto a la calidad de nuestra diplomacia, sobre todo con el actual brazo ejecutor, el canciller Roberto Álvarez, quien a todas luces responde más a intereses foráneos que al interés nacional. En estos momentos cruciales que vive la humanidad se necesita de una diplomacia comprometida, patriótica y leal al presidente de la República que, como establece nuestra Constitución, es el jefe de la diplomacia.

El Pacto Nacional, suscrito, hasta el momento, por 28 partidos y movimientos políticos y 23 entidades académicas, incluidos intelectuales, es un gran paso de avance ante la referida crisis en el territorio vecino que nos convoca a todos a estar de pie, firmes, en la defensa de nuestra soberanía, sin abandonar la solidaridad y el respeto a los derechos humanos como es costumbre con todas las naciones.

Este Pacto, que comprende una serie de principios, políticas y acciones de corto, mediano y largo plazo, en el marco de política de relaciones exteriores, política migratoria, política fronteriza y política económica, requiere de una sólida unidad amplia, diversa y plural de los sectores signatarios frente al resto de la sociedad dominicana y a la comunidad internacional, del manejo inteligente de los matices que pudieran presentarse, del respeto al derecho de los demás, y, sobre todo, de siempre estar abierto a la adhesión de quienes comprendiendo su alcance y dimensión expresen su deseo de formar parte.

En el caso de la organización política que me honra presidir, el Movimiento Izquierda Unida-MIU-, somos firmantes de este Pacto Nacional, aún con el matiz de no estar de acuerdo desde su inicio con la verja perimetral fronteriza o muro fronterizo entre ambas naciones, al cual anteponemos el patriotismo y la defensa de la soberanía del pueblo dominicano. Un matiz no debe alterar un Pacto como este a la luz del legado de nuestros héroes y heroínas independentistas y Padres de la Patria.

Desde esta tribuna, valoramos altamente positivo el Pacto Nacional sellado con la firma del presidente de la República Luis Abinader, el pasado jueves, ante un auditorio comprometido de representantes de diversos partidos políticos y sectores académicos e intelectuales teniendo a toda la sociedad dominicana como testigo de honor, aunando ideas y esfuerzos sobre un tema de carácter nacional que demanda de la unidad de todos.

En las próximas horas el señor presidente de la República viaja a Washington a encontrarse con su homólogo de los Estados Unidos de Norteamérica, Joe Biden. Oportuna es la ocasión para retomar el tema haitiano desde una óptica de soberanía plena, haciendo entender a este mandatario estadounidense que la solución del problema haitiano no está en la fusión de la isla.

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