“Nadie sabe renunciar a su desgracia”/de Tres novelas de la dictadura…

Aunque es un conocido conservador, el Presidente luce desacatado. Fuera de control. Parece un bateador ansioso que hace swing a todo tipo de lanzamiento.

El Presidente se identifica de cuerpo entero con los sectores nacionales que históricamente han sido lo que Gedeón Santos caracteriza como “los pesimistas derrotados”, que en estos tiempos “niegan cualquier avance del país y ven en cada acción gubernamental un retroceso”.

“(…) pese a las abrumadoras evidencias de que, no sólo avanzamos, sino que somos los que más rápido lo hacemos en toda América Latina”, testimonia Gedeón.

El Presidente no lo percibe pero a pesar de que alguna vez se proclamó único dominicano en capacidad de conceptualizar, se está poniendo como Canuto: mientras más viejo, más bruto.

No bien llegó de un viaje por los nuevayores, donde se documentó no le fue bien, el Presidente se canteó con la perla de que el país no gerencia bien la crisis.

Esa posición del Presidente es totalmente contradictoria a la que fundamentan el Banco Central, la CEPAL, el Banco Mundial, el presidente del BID, en visita reciente al país, y anteayer una misión del FMI, que destacó la “rápida recu­peración de la economía dominicana”, que se resume en un crecimiento para el año superior al 5% del PIB, mientras el promedio en la región es de 2.3%

Las conclusiones tan opuestas a la del Presidente, se deben a que las autoridades nacionales, bajo el liderazgo del jefe de estado y de gobierno, Luis Abinader, han concretado esfuerzos junto a las fuerzas productivas nacionales para que salgamos adelante de las crisis generadas por COVID 19 y la guerra en Ucrania.

El presidente Leonel Antonio Fernández Reina no debería estar opinando sobre la administración del estado, porque gobernó el país durante 12 años casi consecutivos dejando una situación económica de alta vulnerabilidad, cuyo factor más negativo fue dejar a su salida del poder “una brecha fiscal acumulada que asciende a un monto de RD$86,500.00 millones. 6 veces superior al encontrado a su llegada al poder 8 años antes”, cito historia de Gustavo Olivo Peña en Acento.

Dejó además grandes déficits en seguridad ciudadana, educación, salud pública y seguridad social, mayoría de hogares sin agua ni luz, altos niveles de corrupción e impunidad, etc.

Vivimos un tiempo crucial para el país, en que debemos optar entre quedarnos rumiando los atrasos que nosotros mismos hemos creado, o avanzar. Ojalá el Presidente se aparte del pesimismo histórico ya tan derrotado.

Posted in Opiniones

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas