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Por Juan José Mesa
«En espera de proseguir su camino, pasábamos horas hablando en el café. O bien dibujábamos algún cadavre exguis, de los que retuve tres o cuatro y sólo doy con uno. Breton se interesó por la vida de los refugiados españoles y judíos. De aquéllos conoció y elogió la obra del pintor Gausachs y del escultor Manolo Pascual. Me dejó un libro de Bataille, cuya obra me dijo interesarle mucho». Eugenio Fernández Granell.[1]
«Lam encuentra allí a Eugenio Granell, en exilio, el cual entrevista a estos huéspedes de marca – Breton, Victor Serge y Mabille – para el periódico La Nación. Durante las reuniones diarias otros se les juntan: el pintor español de arte abstracto José Gausachs, el retratista austríaco George Hausdorf, el escultor Manolo Pascual, quienes enseñan en la Academia Nacional de Bellas Artes fundada en 1939 (en referencia al Instituto Juan Pablo Duarte fundado por los exiliados) y otros artistas dominicanos como Yoryi Morel (maestro del folclore local), Jaime Colson (que conoció Braque y Picasso en París) o Darío Suro (alumno de Diego Rivera)”. Egger, Anne. Wifredo Lam. Cronología 1938 – 1941.
Antecedentes y Conexiones Previas
El surrealismo, un movimiento artístico y literario surgido en la Europa de principios del siglo XX, encontró en las Antillas un terreno fértil para su desarrollo gracias a una serie de conexiones y antecedentes previos que establecieron un puente entre las vanguardias europeas y el Caribe.
Amistad con Tristan Tzara: La relación de Josep Gausachs con Tristan Tzara, fundador del Dadaísmo, establece una conexión directa con las vanguardias europeas. Esta amistad sugiere que Gausachs estaba inmerso en el ambiente de vanguardia y conocía de cerca los desarrollos del dadaísmo y el surrealismo antes de su exilio en la República Dominicana.
Galerías Dalmau: En 1922, André Breton, uno de los fundadores del surrealismo, dictó la conferencia «Características de la evolución moderna y lo que en ellaJosep Dalmau, director y marchante de Gausachs,organizó este evento, sugiriendo que Gausachs estaba al tanto del movimiento surrealista desde sus inicios y probablemente asistió a este evento o fue influenciado por él.
Conexión con el Futurismo: En 1928, durante la visita del poeta futurista italiano Filippo T. Marinetti a España, se organizó una exposición de arte vanguardista en las Galerías Dalmau de Barcelona en su honor. Participaron artistas como Rafael Barradas, Salvador Dalí, Joan Miró y Josep Gausachs. Marinetti mencionó a Gausachs como uno de los pintores que seguían directrices futuristas, demostrando la integración de Gausachs en varios movimientos vanguardistas de la época.
Encuentro en la República Dominicana (1941)
El año 1941 marcó un punto de inflexión para el surrealismo en las Antillas con la llegada de André Breton a la República Dominicana. Los testimonios de Eugenio Granell y Wifredo Lam confirman la interacción y relación significativa entre Breton y varios artistas locales y exiliados durante su visita.
Impacto del Encuentro: Granell menciona que pasaban horas hablando en el café y dibujando, y que Breton mostró interés por la vida de los refugiados españoles y judíos, elogiando la obra de Gausachs. Lam describe cómo durante las reuniones diarias se juntaban varios artistas, incluidos Gausachs, Hausdorf y Pascual, además de otros artistas dominicanos.
Eugenio Granell: Después de este encuentro, Granell se destacó como un prominente representante del surrealismo en el Caribe. Su desarrollo como pintor surrealista y su producción artística y literaria contribuyeron a la difusión del movimiento en las Antillas.
Influencia de Gausachs: Josep Gausachs, con su conexión temprana con el surrealismo en Europa, facilitó la transmisión de ideas surrealistas y su adaptación al entorno local. Su amistad con Tristan Tzara y su participación en los círculos artísticos europeos refuerzan la idea de que Gausachs ya estaba influenciado por el movimiento antes de los encuentros en la República Dominicana.
Segunda Visita de André Breton a Santo Domingo (1946)
La segunda visita de André Breton a Santo Domingo consolidó aún más su influencia en la región. Durante esta visita, Breton quiso conocer al grupo que producía la revista La Poesía Sorprendida, y aunque no pudo conocer a todos sus miembros, su encuentro con figuras como Manuel Llanes, Rafael Américo Enríquez, Aída Cartagena Portalatín, Franklin Mieses Burgos, Antonio Fernández Spencer, Manuel Valerio, Freddy Gatón Arce, H. Ramírez Pereira y J.M. Glass Mejía fue significativo.
Breton elogió el trabajo de estos escritores y poetas, destacando la calidad de la revista y afirmando que «en Hispanoamérica no existe una revista de tan noble calidad.» Este reconocimiento no solo validó su labor, sino que también destacó la importancia del surrealismo en la literatura dominicana. Juan Ramón Jiménez también expresó su admiración en términos similares, subrayando el impacto cultural de este grupo.
Contexto Global y Local
Segunda Guerra Mundial y Exilio: La guerra y el exilio de muchos artistas europeos a América facilitaron la difusión del surrealismo. Las Antillas se convirtieron en un punto de encuentro para estos artistas exiliados y los locales, creando un entorno propicio para el desarrollo del movimiento.
Intercambio Cultural: La mezcla de influencias europeas y locales en las Antillas enriqueció el surrealismo, dando lugar a una versión caribeña del movimiento que incorporaba elementos culturales y sociales de la región.
El nacimiento del surrealismo en las Antillas no puede atribuirse exclusivamente al encuentro entre André Breton y Eugenio Granell, aunque este fue un catalizador significativo. La interacción y colaboración entre Breton, Gausachs, Granell y otros artistas locales y exiliados durante la visita de Breton en 1941 fueron cruciales para el desarrollo del movimiento en la región. Las conexiones previas de Gausachs con las vanguardias europeas y su influencia en los círculos artísticos locales también jugaron un papel fundamental.
Así, podemos afirmar con mayor certeza que el surrealismo en las Antillas tuvo una base sólida en las conexiones y antecedentes previos de figuras como Gausachs con el dadaísmo, el futurismo y el surrealismo en Europa. Este proceso multifacético y la interacción entre estos artistas contribuyeron significativamente a la evolución del surrealismo en el Caribe, marcando un punto de inflexión en la historia del arte en las Antillas. La segunda visita de Breton y su interacción con el grupo de La Poesía Sorprendida consolidaron aún más este movimiento, destacando la relevancia de la producción artística y literaria local en el contexto del surrealismo global.