No se sabe cuándo exactamente es que comienza el famoso conteo regresivo que tanto se menciona en cada proceso electoral, porque no hay un parámetro determinado, y todo depende de quién haga ese conteo. Pero para esos fines, es un buen punto de partida el pasado fin de semana, cuando faltaban justamente once meses para las elecciones municipales y catorce para las legislativas y presidenciales. Fue un fin de semana caracterizado por el intenso proselitismo. No solo hubo muchas actividades, sino que algunas de ellas eran relevantes. Pero todo fue opacado en gran medida por el operativo del Ministerio Público, una acción que no deja de tener sus implicaciones políticas, por la naturaleza de las imputaciones y por el calibre político de los detenidos.
De todo, como en botica
Opositores y oficialistas estuvieron tirados a la calle. En el ya acostumbrado trasiego de dirigentes, el PRM sacó la mejor tajada, de hecho, la única tajada, al menos en ese fin de semana. Se pasaron a las filas de la organización política varios dirigentes del PLD y Fuerza del Pueblo, entre ellos el alcalde de Tenares, Emanuel Escaño. También ingresó al PRM el diputado Miguel Bogaert. Ahí el golpe fue al leonelismo, porque Bogaert pertenecía al BIS. Ito Bisonó tuvo una buena actividad en la que quedó claro su aporte al oficialismo. En cuanto a la oposición, los peledeístas estuvieron en distintos puntos del país, pero fue la FP la que se destacó más con una actividad que fue convocada como marcha de mujeres en protesta por los altos precios, pero que terminó siendo, como era de esperarse un acto de campaña. La actividad era concurrida, y las imágenes difundidas hacen recordar la Marcha Verde que reclamaba el cese de la impunidad. Y precisamente en momentos en que otro caso “marino” se judicializa. No muchos notaron la paradoja, pero estaba ahí…