El impacto de la alianza opositora ha sido, como era de esperarse, sobredimensionado por sus promotores y minimizado por los afines al oficialismo. De inicio, también ha sido, de algún modo, empañada, o “mojada”, por las aguas de la tormenta Franklin. Cuando escampe, se podrá comenzar a ver de manera objetiva el efecto de una alianza que parecía lógica, pero que no deja de sorprender porque une a sectores políticos que hace muy poco tiempo decidieron andar cada cual por su lado. Ahí ganó, otra vez, el pragmatismo que ha dominado la política criolla.

Ventajas visibles

Es sobre la marcha que se verá qué tan beneficiosa será la alianza para la oposición, y qué tanto aprovechará de manera individual al PLD y a Fuerza del Pueblo. El PRD y Miguel Vargas ganan como quiera. Miguel, por el rol jugado en las negociaciones, y el PRD, porque por ser el más pequeño de los partidos involucrados en el acuerdo, solo tiene espacios para ganar y crecer. En cuanto a la oposición como tal, la ganancia más evidente es que ahora pueden contar con senadores y alcaldes que no podían ganar ni morados ni verdes, de forma individual, pero sí con la sumatoria de votos.

Detallitos

Los ajustes a la alianza y la posibilidad de ampliarla a otras demarcaciones, además de las que se han mencionado, son temas para dar seguimiento. Mientras, algunos detalles llaman la atención. Se entiende la ausencia de los principales líderes y candidatos presidenciales del PLD y FP, por muchas razones. Pero algunos ni siquiera han dado la mínima señal de espaldarazo al acuerdo. Abel Martínez lo hizo tan pronto se dio el anuncio. De Danilo Medina no sorprende que haya hecho mutis, porque es parte de su estilo. De hecho, utiliza las redes para temas muy puntuales, sobre todo para expresar condolencias, y por esa vía informó de su enfermedad. Pero Leonel Fernández, más comunicativo en las plataformas no había dicho nada hasta ayer sobre la alianza.

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