La República Dominicana enfrenta un entorno internacional adverso dentro del mercado petrolero y los commodities en general, situación en la cual no podemos ser ajenos por ser un país importador neto de derivados del petróleo a través de sus diferentes combustibles que son el motor de la economía en general; industrias, comercios, transportistas y consumidores, los cuales ven el impacto de esta situación de manera directa tanto en sus medios de producción como en su desenvolvimiento a diario.

Las alarmas se han encendido cuando la cotización del West Texas Intermediate (WTI), se dispara por encima de los US$90,00 el barril, confirmando una tendencia alcista, el cual es el crudo de referencia para el cálculo del precio de paridad que da como resultante, los precios semanales de los combustibles en el país.
Hace apenas un año, el WTI costaba unos US$40.00, un precio un 20% más bajo que antes de la aparición del coronavirus.
Pero ¿qué hay detrás de este aumento sostenido del precio del petróleo?

Muchos factores convergen en este momento, ya no son solo los factores tradicionales, como la actuación de los países de la OPEP o coyunturales como la pandemia del COVID-19. Se unen otros, que se derivan directamente de impactos en los mercados y su reacción en precios a estos, como son:

  • Situación de inestabilidad geopolítica con escenarios de incertidumbre Rusia-Ucrania-Estados Unidos.
  • Reactivación de las economías y movilidad de las economías líderes del mundo, China- Estados Unidos – India – Unión Europea, luego de haber vivido la peor caída en la demanda de petróleo, este año se revierte.
  • Por el lado de la oferta, hay una combinación de los recortes deliberados de producción acordados por la OPEP y otros productores no OPEP, como Rusia; y de una caída de la producción en Estados Unidos y en otros lugares debido a los bajos precios que registró el barril el año pasado”.
  • Otros factores que tienen que ver directamente con los productores de Esquito de Estados Unidos que han reducido su participación en el mercado.
  • La demanda asiática seguirá fuerte.
  • La variante omicrón no está frenando la actividad económica mundial como se temía en un principio.
  • Todo esto representa una tormenta perfecta para el mercado del crudo y directamente para el país.

Impacto directo sobre la inflación registrada en el país

Hay una correlación directa que está afectando a toda la población con relación al alza de la inflación, en la cual el petróleo carga con la mayor parte afectando a toda la población. La inflación subyacente anualizada se ubicó en 6.87%, representado el 80% de la inflación total al cierre del 2021, que fue de 8.50%
A este escenario se agregan y combinan otros factores que han incidido en la resultante de esta inflación importada que estamos viviendo en este momento, como han sido la rápida recuperación de la demanda internacional y local, en el caso nuestro llevando la economía dominicana a un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de un 12.3% en el período enero-diciembre 2021.

Unido a los efectos adversos de orden inflacionario en la cadena de suministros y el aumento de los precios de las materias primas que se derivan en una relativa escasez de ciertos productos, que alimentan esta presión sumados al incremento del crudo. Sobre todos con efectos directos en un país netamente importador.

Estructura de Abastecimiento de combustibles del país

Un punto nodal que no tienen otros países, radica en que la República Dominicana cuenta con una infraestructura de abastecimiento de combustibles que garantiza, que a pesar de los precios, el mercado dispense la demanda actual y futura, contamos con unas 1,100 estaciones de combustibles líquidos y de GLP unas 1,200 estaciones. De gas natural unas 28, algunas mixtas y 14 proyectos en construcción.

Acciones del Gobierno dominicano para enfrentar esta crisis
El Gobierno Dominicano y su Presidente Luis Abinader habían afirmado en enero de este año en curso, que si el precio del petróleo seguía subiendo era imposible mantener el subsidio a los combustibles, en vista de la situación presupuestaria del país y de la rigidez del mismo.

Sin embargo, el Gobierno ha asumido en el año 2021 unos 15 mil millones de pesos en subsidios, y ha acumulado en lo que va de este año 2022 ya unos 1,500 millones de pesos. En un escenario que mantiene alta volatilidad todavía.

Las acciones del Gobierno, tratando de mitigar estos impactos siempre deberán estar orientadas al mantenimiento de la estabilidad macroeconómica y de precios, a pesar de la incertidumbre que vive el principal mercado que reacciona sobre toda la economía dominicana, el petróleo, sin dudas el gran reto que vivimos actualmente.

La creatividad debe primar en la orientación de las políticas públicas que garanticen mecanismos alternos para el beneficio de la población dominicana, no dudamos que el presidente Luis Abinader esté enfocado en eso.

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