Los acontecimientos políticos, tras la Revolución de Abril de 1965, se acrecentaron.
En esa compleja etapa, la firme actitud de un dirigente vivaz, que caracterizó a Peña Gómez, estuvo siempre presente en las lides políticas -que fueron bastante y agitadas- de República Dominicana.

Como secretario general del Partido Revolucionario Dominicano, tuvo una visión política de futuro (en positivo) más que ningún otro dirigente.

En todas las batallas -durante el candente proceso que marcó la titánica lucha por el establecimiento de una auténtica democracia (no como la que quiso aparentar Balaguer), expuso las mejores ideas políticas.

Es de lugar resaltar los siguientes detalles finales de su tesis con la que se graduó con honores de doctor en derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Planteó el criterio político más adecuado con miras a dar al traste con el propósito de que el pueblo dominicano viera concretada su liberación del yugo perverso de la vieja oligarquía.

Este fue su estratégico planteamiento: “Para lograr este señero objetivo se necesita que los partidarios de la revolución democrática nacional, y aun los partidarios de la Revolución Socialista, comprendan que en esta tapa de nuestro desarrollo histórico necesitamos la alianza con la burguesía nacionalista, si aspiramos a arrancarles la presea del poder a la oligarquía y al Imperialismo”.

Fue una inteligente advertencia expuesta por un científico de la política continental y puro pensador democrático. Sin embargo, ¿por qué Peña Gómez, años después de quedar demostrado que tenía un incuestionable liderazgo, no llegó a ser Presidente de la República?

La respuesta, por lo que señala la historia, es sencilla: Porque de por medio -en el interregno de la política nacional- estuvo la maledicencia maquiavélica de Joaquín Balaguer.

La formación, en 1996, del llamado Frente Patriótico (¿?) constituyó el principal obstáculo. Ya Peña Gómez, en las elecciones de 1994, había sido perjudicado por un colosal fraude avalado por la Junta Central Electoral cuyos dirigentes tenían una clara componenda con el balaguerismo.

Balaguer, junto a Juan Bosch, quien ya no tenía salud mental, ocasionó la derrota del líder del PRD.

Dos años después de ser impedido de llegar a la jefatura del Estado, Peña Gómez comenzó a dar “señales” de desfallecer. Un devastador cáncer de páncreas lo fulminó seis días antes de las elecciones congresuales y municipales de 1998.

Pero volvería a optar por la candidatura a síndico. Como lo preciso en la sexta entrega, no pudo y cedió el turno a Johnny Ventura quien ganó la consulta electoral.
Continuará….

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