Miriam Germán Brito
Miriam Germán Brito

Las posiciones políticas, sobre todo encubiertas de “independencia”, han arrasado casi todo. La temporada de cada cuatro años se lleva un grupo. La etapa del danilismo en el poder arrasó con la credibilidad de un grupo de abogados que gozaba de prestigio bien ganado en la opinión pública.

Pero la necesidad de interpretar las normas constitucionales para adaptarlas a los caprichos del grupo en el poder, convirtió a prestigiosos juristas en perdedores en el debate jurídico y en los tribunales.

En el proceso político en evolución, otros grupos quedarán enganchados y desacreditados. Por ejemplo, recientemente, la procuradora, Miriam Germán, emitió una orden que instruye al personal sobre la forma en que debe tratar a la comunidad LGTBIQ.

“Todo personal que atienda a una víctima de la comunidad LGBTIQ, debe dirigirse a su persona de acuerdo a la identidad de género que exprese. Siempre se debe guardar discreción sobre los datos revelados”, cita el documento fechado del 1 de septiembre de 2023.

Ante las reacciones a esa decisión, se puede observar con asombro cómo grupos que se declaran como guardianes de la familia y de las normas y buenas costumbres del pueblo dominicano, han hecho silencio.

Conjuntamente con su silencio al tema se observa que esos grupos se sienten complacidos con el Gobierno. Si una medida así se hubiese tomado en otro contexto, sería otra la historia, un escándalo para el Gobierno.

El otro factor que influye es que la decisión emana de la funcionaria pública que goza de mayor respeto y credibilidad en el país. Da la impresión de que todo lo que haga doña Miriam hay que decir que está bien o al menos hacer silencio. Se entiende que induce a ese comportamiento, el temor al efecto negativo que tendría en quien critique. No parece que doña Miriam tenga ese ánimo, pero es comprensible que la gente prefiera cuidarse.

De hecho, muchos que hacen opinión pública, respaldaron a la procuradora cuando abochornó a un grupo de colegas que estaban en la Funeraria Blandino, cubriendo el velatorio del malogrado ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera.

Otro caso reciente fue la postura del presidente Luis Abinader en la que se declaró favorito del modelo de reelección no consecutiva. Es decir, el que se aprobó en la reforma de la Constitución en 2010 y que fue variado en el cambio de 2015.

Aquí hay un grupo de gente que se declara devota del modelo actual, conocido como el “modelo americano”.

La sorpresa fue que ese grupo no dijo nada, se hizo de la vista gorda ante la declaración de Abinader. Pero si es Leonel Fernández el emisor, la historia es otra. Lo que confirman, una vez más ambos casos, es que las posturas que se asumen ante los temas, no es porque se cree o no en algo, son posturas políticas a favor o en contra de alguien. Penosa realidad.

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