El Partido Revolucionario Moderno (PRM) jugó todas las cartas posibles para las elecciones de febrero. Desde un spot con todos los líderes de los 22 partidos aliados, hasta medidas del Gobierno central de corte populista como la reducción de escoltas a funcionarios, viáticos y viajes, el PRM ha hecho todos los esfuerzos para las elecciones municipales.
El partido oficial también ha puesto en marcha una amplia campaña de propaganda en todos los espacios posibles.
Es que la narrativa oficial es de triunfo arrollador. La pauta la ha puesto el presidente de la República al decir que deben ganar el 70% de las demarcaciones y con más de 20 puntos por encima de la oposición. En la narrativa del PRM el resultado de las elecciones del domingo también definirá el ganador de mayo.
Quizás esa idea de victoria indetenible del presidente Luis Abinader, que el PRM quiere fijar en la mente del electorado, obedece a que no se guarde ninguna carta de cara a mayo.
Para el presidente Abinader es particularmente importante obtener una buena victoria el domingo debido a que el 27 de este mes es la última rendición de cuentas y sería una cruz pesada para el gobernante presentarse en ese escenario con una derrota política o una victoria pírrica.
Las cartas opositoras
Como el PRM puso sobre la mesa todas sus cartas, las expectativas de cara a las elecciones de mayo se mantendrán en torno a la oposición, por la posibilidad que aún tendría de lograr un acuerdo en primera ronda.
Sin embargo, los partidos opositores tienen poco tiempo para dar el paso. El calendario de la JCE establece que las solicitudes de alianza para los niveles congresual y presidencial debe ocurrir a más tardar cinco días después de las elecciones municipales de febrero.
Algunos voceros de la alianza opositora han informado que los acuerdos senatoriales se extenderán a diez provincias más. Sin embargo, dicen que no se ha hablado de acuerdo para primera vuelta.
