Desde hace algunos meses, los medios dominicanos reproducen informaciones sobre acuerdos entre gobiernos locales y entidades del gobierno central como ProDominicana. Por lo regular, se refieren a alianzas centradas en impulsar las exportaciones o en impulsar mecanismos para la aplicación de la Ventanilla Única De Inversiones de la República Dominicana (VUIRD).

Esta visión de fortalecimiento del sector exportador y la atracción de nuevas inversiones desde un enfoque territorial es un paso que coincide con la vinculación existente entre el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y los gobiernos locales. Ya en el pacto por los ODS firmado en 2015 se le había dado una importancia prioritaria a los municipios.

A menudo, cuando hablamos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible los comentamos desde una distancia mayúscula. Con regularidad, nos cuesta aterrizarlos a la vida cotidiana. Y es que suena tan grande decir erradicar la pobreza o incrementar el acceso a empleo, por tratarse de desafíos que atraviesan todos los niveles de la vida nacional.

Justamente, es esa la razón por la que abordar el logro de la Agenda 2030 desde los territorios es clave. Los municipios permiten equiparar el acceso a las políticas, conectar a la ciudadanía y fortalecer la cohesión social.

Con este enfoque, ya se tiene un punto ganado: los gobiernos locales sirven como catalizadores de la productividad, la capacidad exportadora y la instalación de nuevas inversiones extranjeras. Y como se ha observado en los medios de comunicación, en los últimos años se ha hecho mucho hincapié en robustecer estos sectores para mejorar los indicadores económicos del país.

De hecho, hace algunos meses el presidente de la República anunció que el país había superado los 12,400 millones de dólares en exportaciones el año pasado. También es posible encontrar data en la que se proyecta que la República Dominicana será uno de los principales destinos de IED en la región. Hub del Caribe y Hub Logístico son dos de los términos que se han popularizado recientemente. Ambos tienen que ver con la capacidad del país para concentrar transacciones entre empresas y compradores, así como distribuidores.

En este punto conviene detenerse a considerar el papel de la Movilidad Sostenible en el nuevo enfoque de competitividad del país. En ese sentido, es de saludar que una de las líneas de acción en los acuerdos firmados con los municipios sea la implementación de plataformas digitales para la aplicación de VUIRD.
Esto permite que, por lo menos en lo relativo a trámites, se reduzcan costos, tiempo y movilización. De entrada, se trata de una visión basada en los enfoques que sugiere la Cuarta Revolución Industrial.

Sin embargo, son muchos los desafíos del país para convertirse en un actor que aproveche al máximo sus oportunidades de participación en el comercio global. Así, aunque contamos con una extensa red vial, que nos coloca como una de las naciones mejor conectadas de la región, seguimos precisando de mayor inversión en la calidad de nuestras conexiones.

De ahí que la movilidad sostenible cobre un rol central. Primero, porque como país tenemos compromisos con la comunidad internacional en materia de sostenibilidad. Segundo, porque el desplazamiento autónomo de la ciudadanía y las empresas reducirá los costos de transporte de carga, movilización a empleos y participación de todas las zonas del país en el aparato productivo.

Conviene recordar en este punto que, cuando se empezó a hablar de recuperación económica tras la pandemia, el Banco Interamericano de Desarrollo recomendó a los países de la región una estrategia basada en las tres I: inversión, infraestructura e integración. El objetivo de esta estrategia es generar las condiciones para incrementar la participación de la región en las cadenas globales de valor.

Pero, ¿qué tienen que ver con esto los municipios? Lo tienen que ver todo. La cooperación y conectividad entre los municipios permitirá que:

  • Aterrizar las estrategias de participación comercial cubra todos los territorios, con sus particularidades geográficas, económicas y culturales.
  • Facilitará la construcción de modelos a escala de las estrategias de fortalecimiento de la productividad del país.
  • Y lo más importante, facilitará la aplicación de políticas públicas para la movilidad sostenible.
    El resultado final es una estructura en la que se invierte en la agenda 2030 desde los gobiernos locales, en articulación con el gobierno central. En consecuencia, la estrategia país de movilidad sostenible estará basada en el bienestar social, incremento de la productividad, la participación en el comercio global y la reducción de indicadores de desigualdad.

    Esto, a través del incremento en las exportaciones y la IED para crear nuevos empleos y oportunidades de emprendimiento. A la vez que se reduce la huella ambiental, disminuyendo el impacto de la actividad económica en las zonas de residencia de la población.

    ¿La conclusión? La estrategia de movilidad sostenible del país precisa de la participación activa de los municipios. Y el enfoque de comercio exterior desde los gobiernos locales es un buen punto de partida.

    Estas reflexiones forman parte de los temas que se abordarán en el 2do congreso internacional de Accesibilidad urbana “Movilidad, Empleabilidad y Productividad en la República Dominicana”, que realizará la Fundación Francina el 20 de octubre, en el Embassy Suites By Hilton. La actividad busca impulsar el diálogo en torno al impacto de la Movilidad Urbana Sostenible en los distintos ejes de la vida nacional.

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