Preguntas para precandidatos, otra vez

El proceso hacia las elecciones nacionales de 2020 está a punto de arrancar con el inicio de la precampaña a principios de julio.

El proceso hacia las elecciones nacionales de 2020 está a punto de arrancar con el inicio de la precampaña a principios de julio.
Pero lo que no se ve que vaya a arrancar es el debate serio entre aspirantes a cargos electivos sobre temas nodales para el bienestar de la sociedad dominicana. Las discusiones sustantivas deben de emerger lo antes posible, y eso se logra si la ciudadanía y sus organizaciones obligan a los políticos a discutirlos, a plantear soluciones y a hacer que el conflicto sea uno de ideas y propuestas.

¿Cuáles son esos temas? Como en ocasiones anteriores, acá propongo nueve del ámbito económico y varias preguntas sobre éstos que precandidatos y partidos deben tratar de responder y dialogar sobre ellos con la ciudadanía. Si quieren ser políticos de verdad, esta es una tarea obligatoria.

La cuestión fiscal

Un déficit fiscal sostenido por más de una década ha hecho escalar la deuda pública de forma vertiginosa. En 2019 el pago por intereses alcanzará 150 mil millones de pesos, equivalente a cerca del 20% de los gastos totales programados del Gobierno Central. Al sumar las amortizaciones, la cifra del pago de deuda llega a más de 274 mil millones de pesos, equivalente de cerca del 40% de los ingresos públicos ¿Cómo propone enfrentar esta situación? ¿Recortaría gastos y aceptaría las consecuencias recesivas de esto, o incrementaría ingresos por la vía de una reforma tributaria inevitablemente impopular? ¿O propondría alguna combinación? ¿Cuáles gastos recortaría y por qué? En una reforma tributaria, ¿subiría impuestos o reduciría exenciones? ¿Cuáles y por qué? ¿Ve espacios para reducir impuestos? ¿Es eso consistente con el objetivo de incrementar las recaudaciones? ¿De qué manera? ¿Cómo enfrentaría el problema de la falta de legitimidad asociada al clientelismo y la corrupción para una reforma fiscal?

El sector eléctrico

La electricidad es un gran dolor de cabeza, tanto para los sectores productivos por el precio y por la mala calidad del servicio, como para las finanzas públicas por el fuerte subsidio estatal dirigido a cubrir las pérdidas de las empresas distribuidoras. Las plantas de Punta Catalina ayudarán a reducir moderadamente el precio, el subsidio y el valor de las pérdidas, pero no resolverán el problema. ¿Qué propone hacer para reducir las pérdidas y lograr que las distribuidoras tengan finanzas sanas? ¿Incrementaría la inversión pública en distribución y comercialización para lograrlo, impulsaría alianzas entre las distribuidoras, el sector privado o cooperativas locales para incrementar los cobros, o simplemente las privatizaría? ¿Qué ideas tiene para promover el tránsito hacia una matriz energética más limpia al tiempo que se incrementa la capacidad de generación?

Las exportaciones y el desarrollo productivo

El rezago exportador dominicano es evidente y terminará comprometiendo la capacidad de la economía de crecer a largo plazo. Si la economía ha crecido por encima del promedio histórico en años recientes ha sido gracias a las “divisas prestadas” por el crédito y la inversión extranjera, junto a las generadas por las remesas y el turismo. ¿Qué propone hacer para impulsar las capacidades productivas y las exportaciones? ¿Cree que el problema que tienen las empresas para producir y exportar más son los salarios y beneficios laborales y los impuestos? ¿Cree que el gobierno puede hacer algo para ayudar a que las empresas nacionales sean más productivas y competitivas y produzcan con más calidad, o piensa que la solución está en atraer grandes empresas de inversión extranjera?

La educación de calidad

Con el sustancial aumento del financiamiento a la educación preuniversitaria, el problema de los recursos se ha tornado menos acuciante. Hay más aulas y maestros y maestras mejor pagados, aunque todavía no lo suficiente, y una alta proporción de estudiantes en la modalidad de tanda extendida. Sin embargo, la calidad de la educación sigue en el suelo, y en el nivel secundario y en educación inicial todavía hay graves brechas de cobertura por falta de oferta o por abandono. ¿Qué cree usted que hay que hacer para elevar la calidad de la educación? ¿Está el problema en la precaria formación y capacidades de maestros y maestras, en los instrumentos de enseñanza que tienen a su disposición o en los estímulos que tienen? ¿Qué propone hacer para reducir la deserción en secundaria y para ampliar la cobertura en educación inicial (de 3 a 5 años)? ¿Qué hay que hacer para hacer que la educación sea pertinente y que además de ofrecer formación humanística, provea herramientas útiles y oportunas para el trabajo y la productividad?

La salud y la seguridad social

El logro más importante de la última década y media en materia de salud ha sido el incremento en la cobertura del aseguramiento en salud. A pesar de eso, todavía cerca de un cuarto de la población no tiene seguro, la calidad de la atención en salud, el problema más grave que tiene el sistema, sigue siendo muy baja, y algunos de los indicadores más importantes como la mortalidad infantil y materna llevan años estancados en niveles muy elevados. Además, debido a que el aseguramiento es insuficiente y al bajo gasto público, el gasto directo de los hogares en salud es altísimo manteniendo a muchos de ellos en la pobreza o en situación de mucha vulnerabilidad. ¿Qué políticas se deben impulsar para lograr una cobertura de 100% del Seguro Familiar de Salud? ¿Qué se puede hacer para garantizar mayor calidad en la atención en los centros de salud públicos y privados? ¿Qué rol deben jugar los gremios profesionales en eso y cómo se les puede estimular? ¿Qué propone para financiar mejor la salud pública? ¿En que urge gastar más y mejor?

Empleos y salarios

A largo plazo los salarios reales se han mantenido estancados, y la desocupación y la subocupación continúan siendo elevadas, a pesar de la reducción verificada en los últimos años. Estos dos elementos están en el centro de la explicación de la paradoja de alto crecimiento económico con mejorías insuficientes en el bienestar de las personas. ¿Qué políticas y estímulos propondría para que las empresas crezcan, se creen nuevas empresas y se generen más empleos? ¿Es la apuesta por las MiPyME la vía correcta? ¿Son los salarios, la cesantía y la seguridad social problemas fundamentales para la creación de empleos? ¿Pueden los aumentos de salarios mínimos contribuir a elevar las remuneraciones reales a largo plazo o son, como algunos proponen, contraproducentes?

Agricultura y desarrollo rural

A pesar del discurso oficial y de las innovadoras intervenciones de las Visitas Sorpresa, la Agricultura sigue siendo la cenicienta de la economía dominicana. En parte debido a eso, la pobreza y la exclusión son mucho más profundas en las zonas rurales que en las urbanas. Enfrentar la pobreza en esas zonas, fortalecer la seguridad alimentaria a nivel nacional e impulsar las exportaciones de alimentos pasa por modernizar el agro. ¿Qué propuestas haría para contribuir a transformar la agricultura, elevar los rendimientos e incrementar los ingresos? El crédito, como acertadamente entendió el actual gobierno, es una de las mayores restricciones de la pequeña agricultura. Pero hay otras tan importantes como esa como el agua, la tierra, la tecnología y el acceso a los mercados. ¿Qué propone para romper esas barreras?

Monopolios y defensa de la competencia

Los mercados altamente concentrados, la falta de competencia y los altos precios derivados parecen ser una fuente destacada de apropiación de riqueza en esta economía. Esto no solo contribuye a concentrar los ingresos; también compromete la competitividad y reduce el dinamismo de muchos negocios que se suplen en esos mercados oligopólicos. Aunque con lentitud, Procompetencia parece que se está tomando en serio el desafío y está sentando precedentes. Pero profundizar en esa necesaria dirección implica enfrentar poderosos grupos económicos. ¿Está usted dispuesto a ello, a avanzar en una política antimonopolio, y a defender la competencia, a los pequeños negocios, a los negocios que quieren entrar en mercados bloqueados, y a los consumidores, aunque eso le cueste la gracia de algunos grupos empresariales de mucho peso y de la prensa vinculada?

Minería sostenible

La riqueza minera ofrece una oportunidad para aumentar los ingresos de divisas y los recursos públicos, y para invertir en proyectos de alto impacto financiados con recursos extraordinarios. Sin embargo, los riesgos ambientales de muchas explotaciones son elevados, en especial en un territorio pequeño e isleño como el nuestro. Hay quienes piensan que es necesario tener una política laxa para aprovechar al máximo esos recursos, pero hay otros quienes plantean una postura restrictiva. ¿Cuál es la suya? Probablemente dirá que apuesta por la sostenibilidad, como en cualquier otra actividad. Pero ¿cómo cree que se puede lograr considerando el alto nivel de complejidad y opacidad para las personas comunes, y los niveles de discrecionalidad que existen en la tarea de evaluar los impactos ambientales? ¿Cómo pretende ponderar los proyectos conociendo los atractivos incentivos fiscales que prometen muchos de ellos, pero también los elevados costos políticos y los potencialmente altos costos ambientales que supondría una política laxa?

No se trata de tener respuestas

claras e inmediatas para todas ellas sino de hacer un esfuerzo por informarse y educarse, debatir, tomar postura y comprometerse.

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