Países ricos en recursos naturales, como las naciones petroleras de Cercano Oriente, tienden a rendir menos en educación. Es aparentemente una cuestión de motivación, esa riqueza natural parece desmotivar. En cambio, la falta de grandes recursos motiva a rendir en educación si se quiere éxito económico. Japón, Singapur, Taiwán y Corea del Sur dan el ejemplo: países sin recursos que tuvieron que aprender a vivir de su ingenio, o sea, apostar a la educación para desarrollarse. Bien sabemos que esa tiene que ser también nuestra apuesta, ahí la lucha por “el 4%”. El experto Andreas Schleicher, dice que ningún sistema de educación puede ser mejor que la calidad de sus profesores. Ojalá que la evaluación profesoral sirva para encaminarnos seriamente en ese sentido.

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