Quienes no se atreven a perder el orgullo terminan perdiendo relaciones, quienes no pierden un pleito, menos podrán ganar una batalla, quienes no pierden tiempo en los detalles, no verán el gran milagro que esconden las pequeñas oportunidades y quienes pretenden abarcar mucho y ensancharse sin medidas, terminan perdiéndose a sí mismos.

Un milagro se produce desde adentro y comienza con un cambio, y un cambio con un pensamiento, un pensamiento con una palabra poderosa y una palabra poderosa con una intención sincera. No pierdas la esperanza de dar ese giro que te retorne al eslabón de donde te resbalaste, no todo es como parece ni como nos cuentan, en el reino de Dios se muere para vivir, se pierde para ganar, se baja para subir y se ama para vencer.

Posted in Rosas para el alma

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