El próximo miércoles 14, celebraremos el Día de San Valentín, en alegoría al amor, en todas sus manifestaciones. Día con muchísima historia acumulada que hoy deviene en una oportunidad para comerciantes, que lo exaltan como tiempo para regalar. Se trata de una celebración netamente católica porque es de esta iglesia que nace y la mayoría de los historiadores que procuran su origen, coinciden en que se trata del San Valentín de Roma. Es una fiesta del mundo occidental, aunque ya se celebra en buena parte del mundo por influencias que la comunicación moderna multiplica. Este Valentín romano según los documentos conservados, casaba a soldados en las cárceles del imperio, en la época que regía el emperador Claudio II, adonde el cristianismo estaba prohibido. Aunque su intención era solo desterrarlo, terminó ordenando decapitarlo, realizando el milagro de devolver la vista a la hija ciega del juez de la prisión. Cuenta la leyenda que entregó un papelito que la joven pudo leer después de ejecutado el santo y decía “Tu Valentín” a manera de despedida. Algunos aseguran que el santo se enamoró de ella. Esta celebración fue utilizada para la eliminación de las Fiestas Lupercales, en las cuales se sacrificaban animales, incluyendo perros y de su piel en tiras se hacían correas que, impregnadas de la sangre de mismas víctimas animales, servía para flagelar a las mujeres y de creían que de esta forma aumentaban su fertilidad. Era este el aspecto de estas fiestas inclinadas a la fertilidad. Hay datos que confirman que el primer San Valentín como figura del amor, se celebró en el 494 DC. Por siglos se celebró variando en el tiempo en algunos aspectos. Ya en tiempos modernos, en 1965, Pablo VI la elimina del Calendario litúrgico. Hoy la fiesta abarca el amor entre humanos, el carnal, pasional, el cariño de la amistad que le fue añadido en el proceso de transformación a que el tiempo somete todo lo humano. Hoy como eje comercial que impulsa campañas publicitarias para inducir al regalo, con elementos simbólicos del amor. Cupido, Dios del deseo amoroso hijo de Venus, diosa de amor, la fertilidad y la belleza y de Marte, Dios de la guerra. Se simboliza con un niño alado armado de un arco y que al flechar a las personas no pueden escapar al amor carnal, al mismo al que se han dirigido cantores y poetas como el mas bello sentimiento humano. El corazón rojo como símbolo del amor, es un ideograma que parece tener su origen en las chakras de algunas culturas y en el innegable hecho de que el sentimiento se manifiesta en este órgano que se acelera y “perturba” ante él. Los antiguos creían que el corazón contenía todas las pasiones. En el antiguo Egipto es donde aparece este símbolo representativo del amor. Para ti lector, un brindis con agua lluvia que represente y simbolice toda manifestación de afecto, aprecio, cariño o amor y aprovecha que aun puedes, para manifestar en cualquier forma, no necesariamente material. De este amor nacen los puros sentimientos y mas bellas acciones. Atrévete a practicarlo!!!

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