Recientemente, la IESE Business School ha publicado su ranking anual “Cities in Motion”, un exhaustivo análisis que evalúa a ciudades de todo el mundo basándose en su capacidad para innovar y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. En este informe se destacan tanto las ciudades líderes en innovación como aquellas que enfrentan desafíos significativos. El estudio mide el desempeño de las ciudades en áreas cruciales como cohesión social, planificación urbana, uso de nuevas tecnologías, capital humano, medio ambiente y proyección internacional, entre otros.
Este año, el informe analizó 183 ciudades, incluidas 85 capitales de 92 países. Londres se posicionó como la ciudad más inteligente, seguida por Nueva York, París, Tokio y Berlín, liderando el ranking como las cinco principales ciudades. En América Latina, Santiago de Chile se destaca como la ciudad más inteligente, seguida por Buenos Aires, Montevideo, Ciudad de México y Ciudad de Panamá.
Indicadores de Calidad Urbana
El estudio no solo identifica si una ciudad califica como ‘smart city’ o no, sino que también evalúa la calidad de vida general a través de indicadores como capital humano, cohesión local, economía, gobernanza, medio ambiente, movilidad y transporte, planificación urbana, proyección internacional y tecnología. Sin duda, el crecimiento de las ciudades trae consigo bienestar y desarrollo económico, pero también exige más servicios públicos, infraestructuras y recursos, generando desafíos como el hacinamiento urbano, que a su vez puede provocar desigualdad.
Santo Domingo en el Ranking
Santo Domingo se encuentra en el puesto 163 de 183 ciudades del ranking “Cities in Motion” de la IESE Business School. Esta posición, lejos de ser un problema, representa una oportunidad única para transformar la ciudad hacia una realidad más sostenible y humana. Nuestra capital ya se destaca por su infraestructura y planeación urbana en el Caribe y América Latina. El reto ahora es ampliar estos logros hacia áreas críticas como la cohesión social y la gestión ambiental, vitales para elevar nuestra calidad de vida y mejorar nuestra posición en futuras ediciones del índice.
Ahora es el momento de adoptar innovaciones que fortalezcan la sostenibilidad y mejoren el bienestar general. Integrando tecnologías avanzadas y políticas progresistas, podemos convertir a Santo Domingo en un modelo de desarrollo urbano inteligente. Este enfoque no solo mejorará la vida cotidiana de nuestros ciudadanos, sino que también posicionará a nuestra ciudad como líder regional en la implementación de soluciones urbanas efectivas y respetuosas con el medio ambiente.
Mirando hacia el futuro, Santo Domingo tiene el potencial de redefinirse y ascender en el ranking global. Con la colaboración activa entre el gobierno local, el gobierno central, la iniciativa privada y la comunidad, podemos transformar los desafíos actuales en pilares para un crecimiento sostenible y equitativo. Esta es nuestra oportunidad para demostrar que el verdadero progreso se mide por la calidad de vida que ofrecemos a todos los ciudadanos.
En fin, como he dicho en múltiples ocasiones, ¡Santo Domingo tiene con qué!
No se trata solo de ganar elecciones, sino de ganarnos el corazón de la gente.