Mucha razón tiene aquella expresión utilizada por el profesor Juan Bosch, basado en proverbios bíblico, aquello de que : “en toda las cosas de la vida hay cosas que se ven y hay que no se ven, y que por lo regular las que no se ven son más importantes que las que se ven”. Eso con esas características sucedió en el país con las elecciones municipales de febrero.

Toda humerada, o como dicen los uniformados “allante y movimiento”, se desvanece porque es solo para crear percepción. Los politólogos que van de continentes en continentes y de país en país, andan con un paquete “estratégico” que los venden caros. Las organizaciones que descansan controlando el Estado, pero no por las normas del Estado. si no por “grandes estrategias” de efectos comiciales, los cuales resultan muchísimo más costosos su aplicación y peor aún trágicas consecuencias políticas. Tan grave como eso, lo es que figuras que construyen su perfil se ven deshonrados, arrastrando dirigentes y miembros de los partidos que asumen ese paquete “estratégico”.

Para todo la “hermandad” de la organización el plan “estratégico” electoral, sujeto al código de la “hermandad”, cuyos lemas fundamentales sujetan al Estado, no ellos a las normas del Estado, hacen a este no una democracia, sino una organización criminal donde “todo se vale”.

El problema que tiene en el país la “hermandad gobernante” es la existencia de la “Fuerza del Pueblo”, liderado por Leonel Fernández, que ha puesto en evidencia sus malas artes para dirigir y administrar el PRM y Abinader el Estado dominicano.

La percepción ha cambiado, ahora lo que se ve es que han pretendido comprar la democracia, los votos, voluntades y extorsionando. Si el pueblo otorga mandato, eso poco les importa. De ahí ahora se ve como más importante lo que no se veía del proceso electoral; es decir, compraron esas elecciones, y con dinero del Estado, que por demás eran préstamos para obras del pueblo. Fueron y son tan descarados, que compran alcaldes y directores de distritos municipales que ganaron por la oposición.

Son tan desvergonzados que pagan encuestadoras, y entre ellas ha habido dificultades puesto que otras sitúan al Presidente en alrededor de 44% y a Leonel alrededor de 37%, pero entre ellas aparecen como la Gallup, que pone a Abinader en 64% pero la gestión de gobierno referida a la seguridad ciudadana tiene 63.6% y la inflación 61.9% . Es decir, se gasta 9 mil millones en publicaciones y medios para que no se vea lo más importante, o sea, la criminalidad y la inflación, que están matando este pueblo. Sin embargo, con burbujas y espuma de publicidad y compra de voluntades, pretenden desvanecer las críticas y rechazo a su gobierno.

Amigo Abinader cuando el pueblo como un toro le caiga atrás para sacarlo del poder en las próximas elecciones presidenciales, recuerde aquello que en una ocasión narró Bosch, si sufre de estrabismo (bizco) y ve dos toros, no se tire por la ventana del Palacio Nacional que no es, porque lo agarra el toro que es.
La percepción se evapora, se deshace, se va despejando, y cuando un pueblo se siente defraudado, engañado ante quien lo ha hecho, la salida electoral se constituye en una esperanza y un rechazo electoral y su reacción negativa un tsunami electoral.

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