Ya son setenta y siete años, Hiroshima.

Setenta y siete años de cuando las pieles se separaron de los huesos, los ojos se salieron de sus huecos y la materia de 146,000 personas se desintegró sin aviso, en un segundo, dejando tras de sí solo siluetas ensombrecidas en el suelo, pruebas de que una vez hubo risas y momentos.

Ayer, hace setenta y siete años en Hiroshima

La maldad venció a la maldad y el bien se mantuvo neutral, viendo lo inmaduro que suelen ser los maldadosos.

¿Por qué festejaron los aliados y demócratas la victoria si fue tan amarga?

¡Total! Si vemos la historia desde otra perspéctiva, al final ganó aquel alemán con ridículo bigote junto a su compinche asiático ya que ambos demostraron, verdaderamente, de qué estaba hecho el ser humano.

¿En setenta y siete años hemos aprendido algo? ¡Pues claro que sí!

A ser más malvados, a superarnos en maldad con jugueticos más modernos que, quizás, podrían borrar la faz de la tierra en milésimas de segundos.

Seguimos siendo el mismo invasor racista de aquellos tiempos. El mismo individuo con ínfulas de conquistador. Todavía somos los mismos que ambicionamos poder y creemos poseer la razón absoluta, y si no me creen pregunten por Vladimir Putin en Rusia.

Y es que recuerdo las palabras de aquella superviviente del infierno nuclear que dijo: «Nunca voy a olvidar que fueron HUMANOS quienes lanzaron la bomba contra otros SERES HUMANOS«.

¡Y yo le confirmo!

Hoy, 7 de agosto de 2022, mi estimada superviviente; aún somos los mismos seres humanos capaces de sentir placer y orgullo por cometer actos inhumanos como los ocurridos en Hiroshima.

Imágenes de terror

Posted in Opiniones

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas