Moscú/Kiev. Rusos y ucranianos han hecho mala la promesa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que pondría fin a la guerra, primero en 24 horas y después en sus primeros cien días en la Casa Blanca, porque ni siquiera han sido capaces de ponerse de acuerdo en un alto el fuego provisional.

El Kremlin no dejó de agradecer “los denodados esfuerzos mediadores” de Estados Unidos, pero a lo más que ha llegado es a declarar una tregua de 72 horas para conmemorar -el 8, 9 y 10 de mayo- el 80 aniversario de la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi.

Mientras, el ministro de Exteriores ucraniano, Andrí Sibiga, insistió, en línea con la postura de EE.UU. y los europeos, en su demanda de una tregua de 30 días prorrogable.

“Rusia puede demostrar que está realmente preparada para las negociaciones de paz aceptando un alto el fuego real por al menos 30 días. Si Rusia está lista para un alto el fuego de 60 o 90 días, nosotros lo estamos también”, escribió Sibiga en su cuenta de X.

Por si había alguna duda sobre las intenciones de Washington, el secretario de Estado, Marco Rubio, instó durante una conversación telefónica a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, a acabar “ya” la guerra de Ucrania.

En respuesta, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró este miércoles que “el acuerdo de paz debe ser firmado con Ucrania y no con Estados Unidos”.

Peskov recordó que el presidente ruso, Vladímir Putin, se mostró dispuesto recientemente -justo después de la tregua de Pascua- a mantener “conversaciones directas con los ucranianos sin condiciones previas”.

Al día de hoy, la manzana de la discordia ya no es la negativa de Moscú a conversar con Kiev, ni tampoco la oposición de Zelenski a negociar directamente con Putin. El dilema es que Ucrania exige primero declarar un alto el fuego.

Posted in Internacionales, Panorama

Más de panorama

Más leídas de panorama

Las Más leídas