Especial para periódico El Caribe.

He consagrado mi vida en defensa de los intereses de la clase trabajadora. Las personas que en su vida productiva tienen posibilidades de vender su fuerza de trabajo, los empleadores le van descontando de su salario un porcentaje que le garantiza su retiro del mercado laboral. En estos días, hemos visto cómo se ha desatado un reclamo de algunos sectores para que el Gobierno gestione que las Administradoras de Fondos de Pensiones -AFP- permitan a los trabajadores recibir un porciento de sus cuotas acumuladas para afrontar la difícil situación económica en medio de esta pandemia por el coronavirus.

Sabemos que hay personas e instituciones que hacen el reclamo de una manera seria en solidaridad con la clase trabajadora; y otras que, desde mi punto de vista, lo hacen de manera demagógica, populista y electorera, confundiendo así, a una franja importante de los trabajadores, a algunos medios de comunicación y personas que de una u otra forma tienen incidencia en la opinión pública.

Hemos sostenido, en medio de esta pandemia, que la clase política y empresarial de nuestra nación debemos de priorizar la vida por encima de los intereses políticos y económicos; cuidarnos de no jugar con el dolor de los demás, mucho menos hacer uso de argumento justificativos a sabiendas de que en el fondo no responden a una realidad. Es el caso de la forma en que algunos sectores y personas están manejando el tema de los fondos de prensiones.

Afortunadamente, hemos visto la reacción bien ponderada de los trabajadores organizados en varias entidades sindicales y organizaciones sociales que han fijado posición pública al respecto y nos permitimos citar algunos de sus fundamentos.

Hablan los trabajadores organizados

Noventa y cuatro coaliciones, organizaciones y centrales sindicales del país han sido reiterativos en explicar su rechazo a que el Sistema Dominicano de Seguridad Social, que califican de “injusto e insolidario” sea modificado legalmente para hacer cargar sobre la mayoría el peso de la crisis que atraviesa el país, como consecuencia de la pandemia, a costa de sus fondos de pensiones y que los grandes ganadores y beneficiarios de este sistema queden liberados de su responsabilidad social.

Afirman, además, que la propuesta de tomar un 30% de fondos de pensiones y entregarlo a los cotizantes sería injusta, insuficiente e ineficaz, porque implicaría lesionar los ya maltratados fondos de pensiones, afectar los escasos derechos de los trabajadores y empeorar su situación, asimismo, destacan que la mayoría de trabajadores y cotizantes tienen salarios precarios, bajas cotizaciones y escasos fondos, muchos de los cuales se encuentran actualmente despedidos o suspendidos.

Su posición integral la complementan con una serie de demandas sustentadas en las leyes vigentes que amparan el Sistema de Seguridad Social y el Sistema de Pensiones, que abarcan la entrega de un bono de contingencia  equivalente al salario registrado en la Tesorería de Seguridad Social -TSS-, sin afectar los fondos de pensiones y sea capitalizado con una rebaja sustancial a la comisión cobrada por las AFP, exonerar durante la crisis a las micro, pequeñas y medianas empresas y a la clase trabajadora de las cotizaciones a las AFP y ARS, exonerar al Estado del pago de la deuda pública con las AFP y reorientar dichos recursos públicos, hacer efectivo, en la brevedad posible, el Bono de Reconocimiento pendiente, hacer efectivo el pago de las pensiones pendientes con reconocido derecho y, proponen ampliación de los programas sociales de ayuda gubernamental, como “Quédate en Casa”, FASE, entre otros.

Estas posiciones y propuestas de dichas entidades, las detallan en un documento dirigido a la Comisión Permanente de Hacienda de la Cámara de Diputados, en el que reafirman su “respaldo a todas las medidas de real protección económica y social a las personas, las empresas y las familias, que sean justas, solidarias, democráticas e integrales para responder a esta crisis de carácter histórico.”

La posición de mi amigo Leonel Fernández

Resulta sorprendente que el expresidente Leonel Fernández, hoy candidato presidencial del partido Fuerza del Pueblo, cuestione que las AFP compren bonos del gobierno y favorezca entrega del 30% de los fondos de pensiones a los trabajadores, bajo el argumento de que “constituye un despropósito por parte de las autoridades, ignorar la solicitud de los trabajadores con argumentos técnicos.”  y propone que se revierta la operación de venta de certificados al gobierno y se le entregue una parte de sus ahorros a los trabajadores…

Al parecer, mi amigo Leonel,  no analizó a fondo, como lo hacia en otros tiempos, la posición del Banco Central y el Gobierno, que “devolver parte de sus ahorros a los trabajadores generaría un exceso de demanda de bienes y servicios que, en la coyuntura actual, con la producción ralentizada, provocaría altos niveles de inflación que reduciría el poder adquisitivo de las personas, deteriorando el valor de sus ingresos y ahorros y por ende la capacidad de consumo, lo que afectaría de la manera más perniciosa a los hogares vulnerables y de menores ingresos e incrementaría los niveles de pobreza.”

Al expresidente Leonel Fernández, debemos decirle lo siguiente: La medida adoptada por el Gobierno a través del Ministerio de Hacienda de emitir RD$40,000 millones en bonos, ha sido el mejor instrumento para no perjudicar las cuentas individuales de los trabajadores que aseguran su pensión al final de su vida productiva.

La forma en que las AFP distribuyeron estos recursos fue solicitar al Banco Central la redención anticipada de 12 certificados de inversión del Banco Central en su poder, que vencían entre noviembre de 2021 y enero de 2025, y tenían un valor de mercado de RD$40,000 millones. Las AFP transfirieron los pesos recibidos del Banco Central a la cuenta de la Tesorería Nacional en el Banco de Reservas, entidad que a su vez los depositó en una cuenta del Gobierno Central en el Banco Central, para que el primero los vaya utilizando de acuerdo a las necesidades de liquidez que vaya teniendo.

Con esta operación solo hay un ganador: los trabajadores. Por el contrario, el Gobierno ha tenido que incurrir en nuevo endeudamiento, ascendente a RD$4,200 millones, para transferir recursos a cientos de miles de trabajadores que necesitan de un ingreso mientras se mantengan las medidas de distanciamiento social, así como la ampliación de los programas de asistencia social y financiar la reactivación económica que se requerirá en las próximas semanas.

Los trabajadores, en cambio se benefician porque los certificados del Banco Central con rendimiento ponderado promedio de 8.91% anual que los trabajadores tenían en su cuenta de pensiones, fueron canjeados por bonos de Hacienda que pagarán en promedio 10.50% anual, lo cual impactara positivamente en sus cuentas de capitalización, generando un incremento en su rentabilidad equivalente a una ganancia neta de RD$636 millones al año.

Otro gran beneficio de la medida del Gobierno del Presidente Danilo Medina es la garantía de no tocar el ahorro de los trabajadores, contrario a la operación de retiro del 30% de los fondos de pensiones que han planteado y defendido algunos diputados, posición que ha encontrado el fuerte rechazo y oposición de las principales centrales sindicales del país, y de sus principales dirigentes, como Rafael- Pepe- Abreu de la CNUS, Gabriel del Río de CASC y Jacobo Ramos de la CNTD, para quienes constituye  un engaño que los trabajadores paguen la crisis con el falso y populista argumento de que se le facilite el retiro del 30% a los trabajadores.

Esta medida, como lo hizo el Gobierno, garantiza la continuación de las políticas sociales en apoyo a los más necesitados, amortigua el endeudamiento en monedas extranjeras, le da mejor diversificación a los fondos de pensiones, le quita presión al Banco Central, despeja el panorama cambiario, y lo más importante, garantiza la estabilidad económica, principal soporte de la gobernabilidad y la paz ciudadana.

Posición de Andy Dauhajre

Con Andy nunca he tenido coincidencias de carácter político, porque para mi es el padre del neoliberalismo moderno. Sin embargo, leyendo su análisis “Desahorro del 30% versus inversión de RD$40,000 millones” publicado en este prestigioso medio en fecha 18 de mayo, tengo algunas coincidencias. Por ejemplo, que, ante la crisis por la pandemia del coronavirus, todos los estimados presupuestales pre-Covid han colapsado. Al presentarse la obligada cuarentena, como indica Andy, “al darse un sabático a la mayoría de las actividades económicas, el Gobierno ha tenido que transferir dinero a cientos de trabajadores y hogares a los cuales se les ha pedido quedarse en casa.”

Entre otras coincidencias, para no citarlas todas por razón de espacio, invito a leer el referido análisis, y concluyo coincidiendo con Andy en que “temiendo en cuenta que el financiamiento buscado era para financiar la mayor intensidad que el Gobierno pondría en sus programas sociales, el desarrollo de infraestructuras y fomentar la recuperación económica postcrisis de emergencia nacional, Hacienda consideró que, dada la incertidumbre prevaleciente en el mercado global de capitales, lo recomendable era incursionar en el mercado doméstico.”

Los fondos de pensiones no pueden estar bajo riesgos; la posición integral de los trabajadores organizados suscritas por las noventa y cuatro entidades sindicales y sociales citadas, fundamentadas en un importante documento público, merecen su estudio, ponderación y atención por parte de las autoridades y el sector empresarial.

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