Santiago. El candidato presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) Abel Martínez, dijo que se despide agradecido de la Alcaldía de Santiago de los Caballeros.
Consideró a los munícipes parte importante de la transformación y desarrollo que exhibe el municipio tras su gestión de ocho años al frente de la gobernanza municipal
Dijo que deja la Alcaldía de Santiago como número uno en los indicadores que evalúan los servicios y transparencia de los cabildos en República Dominicana.
A través de un vídeo difundido en sus redes sociales, Abel manifiesta que al asumir la Alcaldía y ver el estado en que se encontraba Santiago, solo pensó: “Necesitamos trabajar… ¡trabajemos! Si el presente no es bueno, asegurémonos de que el futuro traiga más esperanza. No fue fácil, pero los verdaderos retos no son fáciles”.
Martínez recuerda en el audiovisual: “Cuando asumimos, Santiago de los Caballeros se encontraba en completo abandono, la ciudad declarada en emergencia sanitaria y ambiental. Iniciamos la gran obra de rescate y transformación que colocó a Santiago en el primer lugar como modelo de gestión en toda República Dominicana”.
“Hace ocho años nadie creía que fuera posible tener una ciudad limpia, pero, con mucho trabajo, dedicación y amor por Santiago, logramos en poco tiempo el rescate de los espacios públicos; erradicamos más de 2,000 basureros; renovamos más de 55 parques y áreas de recreo y recuperamos casi 80 mil metros cuadrados de áreas verdes y comunes. Muchos dijeron que era un sueño la erradicación del llamado mercado de pulgas del sector Pueblo Nuevo, un gran desorden que ya se extendía hasta el centro de la ciudad, ¡Lo hicimos!”, sostuvo Abel Martínez.
Trabajo con sectores
Abel destaca que, durante su gestión municipal, trabajó con determinación por el deporte y la cultura, asegurando que, “hoy tenemos modernos techados, canchas deportivas. Hoy Santiago es una exhibición permanente de arte urbano a través de nuestros murales: convertimos a Santiago en una ciudad inclusiva y amigable al medio ambiente”.
“A lo largo de este trayecto, vi rostros tristes transformarse en sonrisas de esperanzas, porque palparon la realidad: sí, se puede vivir en una ciudad limpia y en orden. Vi a jóvenes convertirse en adultos participativos, que ya no aceptan cualquier cuento; que saben que nuestro país necesita oportunidades económicas para todos; estuve junto a los trabajadores en sus luchas y estuviste a mi lado en cada logro. Hablo con cada uno de ustedes, que han sido parte importante de esta transformación, creyeron y hoy, Santiago es motivo de orgullo”.