La importancia que le han dado las autoridades a la agricultura para asegurar la demanda alimentaria del país y para el desarrollo económico de la nación, ha motivado a algunos jóvenes a idear innovaciones tecnológicas para potenciar la producción agrícola y disminuir los recursos utilizados en las plantaciones.
Este es el caso del proyecto de Arturo Bisonó, un ingeniero agrónomo de 28 años de edad que recientemente ganó el primer lugar de la Feria de Emprendedores con su proyecto para hacer precisiones en producciones agrícolas.
Su proyecto consiste en la integración de varias tecnologías como drones, información satelital, sensores, entre otros recursos tecnológicos para brindarles datos a los productores sobre la cantidad de agua que requieren o que se está desperdiciando en un cultivo. También le permite al productor saber las zonas de una finca en donde se necesita fertilizar en mayor o menor proporción, entre otras informaciones de importancia.
Arturo Bisonó expresa que con ese proyecto buscan ofrecerles a los productores información valiosa para que sean más eficientes a la hora de tomar decisiones sobre sus cultivos, a través de tres servicios básico que son mapeos de variabilidad de suelos, mapeo de variabilidad de crecimiento y mapeo de demanda hídrica de cultivos.
“Lo que hemos hecho es ocupar un sensor que mide la conductividad eléctrica del suelo.
El sensor se lo engancho a un tractor y recorro la finca arrastrándolo en la tierra y la información que recorre ese sensor la pongo en un programa informático que me indica áreas en específico en donde el suelo tiene diferente proporciones físicas y químicas, entonces tomo muestras y las mando al laboratorio para analizarlas”, explica Bisonó en conversación con elCaribe. Con esos resultados entonces se elaboran varios mapas sobre la textura del suelo, los nutrientes que tiene, la materia orgánica y el grado de acidez los cuales son factores que inciden en la producción agrícola.
Pero el proyecto de innovación va más allá. A través de imágenes satelitales hechas con cámaras especiales conectadas a drones que sobrevuelan las plantaciones, evalúan en qué lugar está creciendo más el cultivo y elaboran un mapa que le permite al productor tener una noción de dónde tiene que dejar o mantener la dosis de fertilización y dónde tiene que aumentarlo. Eso tiene una ventaja para los productores, porque les permite ahorrar agua, fertilizante y por lo tanto también les permite hacer menos gastos económicos y aumentar su productividad, según explicaciones de Bisonó.
Piedra en el camino
A pesar de las ventajas que estas innovaciones pueden aportar a los productores, Arturo Bisonó cuenta que no ha sido fácil explicarle el proyecto a los dueños de plantaciones, ya que asegura, muchos de ellos prefieren los métodos tradicionales menos efectivos y se resisten a la innovación, sin embargo, eso no le ha impedido seguir adelante con su iniciativa con la que tiene trabajando ocho meses.
“El tema todavía es complicado, porque dentro de los rubros económicos del país, la agricultura siempre está atrasada. Porque los productores se resisten al cambio o a innovar, entonces ha sido un trabajo largo de dar conferencia en universidades, seminarios y congresos, reunirse con productores, con clúster para explicarles estos cambios para trabajar la agricultura”, comenta el agrónomo.
Sobre los costos, dijo que el estudio para determinar la variabilidad del suelo tiene un precio por hectárea de 90 dólares, lo que equivale a 300 pesos por tarea, pero aseguró que este estudio solo es necesario realizarlo una sola vez sobre el suelo para las plantaciones, ya que asegura que no son significativos los cambios que se pueden producir en el terreno a lo largo del tiempo.
Para la medición de la demanda de agua, Bisonó y su equipo lo que hacen es que ofrecen ese servicio a sus clientes por un pago mensual. “Lo que hacemos es que cada quince días o incluso diario, le proporcionamos la información a los productores de cuánta agua está perdiendo el cultivo y le cobramos cerca de 20 pesos por tarea mensuales”, dice.
Una idea fruto de su formación agronómica
Arturo Bisonó es ingeniero agrónomo. Dice que la idea sobre ese proyecto se le ocurrió mientras se encontraba en Chile. Dijo que fue a ese país suramericano en 2004 para matricularse en la Universidad de las Américas. Luego que terminó de estudiar allá, logró conseguir trabajo. Entonces conoce a algunos profesionales que se dedicaban a trabajar con tecnología aplicada a la agricultura y en 2014 decide regresar a República Dominicana. Una vez en el país trabajó en varias empresas hasta que tuvo la idea del proyecto para precisiones agronómicas y decide dedicarse a él de manera independiente. “Llevamos ocho meses trabajando en este proyecto y esperamos siga creciendo. Las cuatro personas que conformamos el equipo de trabajo estamos poniéndole mucho empeño”, asegura.
