Santiago.-La debilidad para la aplicación de las normas y leyes para desalojar o impedir que familias se instalen en las ochenta cañadas o zonas vulnerables de Santiago podría en cualquier momento salirse de las manos.
Con el paso de los años, la permisibilidad del gobierno municipal, de organismos gubernamentales son ya 24 mil las familias que levantaron sus casuchas en las 53 zonas vulnerables identificadas por la Defensa Civil.
En zonas muy vulnerables son 20 mil personas que por años vienen residiendo a escasos metros de ríos y cañadas.
Arias recuerda que es responsabilidad del ayuntamiento impedir esos asentamientos, en coordinación con el gobierno central.
Pese al pánico que se produce cuando llega la temporada ciclónica, el temor al parecer es momentáneo, pues luego regresan al lugar donde salieron debido a los deslizamientos de tierra o crecida de ríos, arroyos y cañadas.
El pasado año el alcalde, Gilberto Serulle prometió desalojar las 95 familias del Hoyo de Julia y llevarlos a un lugar seguro, pero a la fecha, son ya trece las casas colapsadas y las gentes siguen en el mismo puesto.
Francisco Arias, director del organismo de socorro reconoce es una de las zonas más propensas a inundaciones y derrumbes.
Aunque para la temporada ciclónica dice tener un plan de contingencia elaborado, en muchas ocasiones la realidad le ha dado en la cara al acrecer de los recursos necesarios y mecanismos para reubicar a los desplazados.
Arias indica que la parte baja del municipio es la más proclive a las inundaciones, por lo que solicita a la alcaldía limpiar el drenaje pluvial y recoger la basura.
Las catorce provincias de la región Norte contarán con un personal de 15 mil voluntarios integrados a los comités comunitarios de emergencia ante el inicio de la temporada ciclónica.
Yeridi Ventura recuerda que hace un año el alcalde se presentó a la zona ofreciendo la reubicación, que al parecer se han convertido en cantos se sirenas que a la fecha no se han cumplido.
“Serulle venía casi a diario, todos estábamos contentos porque creíamos que íbamos a salir de la miseria; pero nada se no ha dado”, indica Ventura.
El desorden es tal, que el improvisado barrio Nuevayork Chiquito, levantado en toda la marguen del río Yaque en la avenida Circunvalación superan ya las cien casuchas.
