El presidente del Colegio Médico Dominicano-CMD- dijo que una gran cantidad de menores de edad son embarazadas por sus parientes y adultos que superan los 60 años.
El doctor Pedro Sing Ureña advirtió que por el gran número de jovencitas, que no llegan a los 18 años de edad, que están saliendo embarazadas, la situación se está convirtiendo una verdadera calamidad. Puso como ejemplo que en hospitales especializados en la maternidad, han tenido que habilitar salas completas para atender sólo a las adolescentes en estado de gestación.
“Lo peor de todo es que esas adolescentes son embarazadas por parientes cercanos y adultos que superan los 60 años de edad, lo que convierte la situación en una verdadera calamidad”, reiteró el doctor Sing Ureña
Entrevistado por Héctor Herrera Cabral en el programa “D´Agenda”, el presidente del gremio dijo que la situación constituye un espectáculo deprimente.
Entiende que la población no conoce a cabalidad la dimensión de este problema, ya que son pocos los casos de embarazos de menores que se dan a conocer a la opinión pública.
Precisó que tanto por el lado sanitario como en lo referente al aspecto social, el embarazo de menores es sumamente delicado por lo que la sociedad debe tomar conciencia sobre ese drama.
Recordó que fisiológicamente el cuerpo de esas no tiene el nivel de desarrollo que se requiere para asimilar una criatura dentro de su vientre.
Definió el embarazo de adolescente como de alto riesgo tanto para la madre como para el feto por lo que el cuidado y atención que requiere es muy superior a los procesos de gestación de una mujer adulta.
Explicó que en el aspecto social, cuando llega el embarazo casi siempre la niña abandona los estudios y luego del parto debe dedicarse a ser madre a tan tierna edad, produciéndose lo que se dice en el argot popular de “muchacho atendiendo muchacho”.
El presidente del CMD dijo que es urgente que “las fuerzas vivas de la nación” unifiquen energía en pos de enfrentar esa “dramática realidad”.
También hizo un llamado a los padres para que asuman la responsabilidad con sus hijos, y eviten que en el caso de las niñas puedan salir embazadas antes de la mayoría de edad.
