Comicios del 90

En abril de 1990, durante las últimas semanas de la campaña electoral, los  principales candidatos presidenciales Joaquín Balaguer (PRSC) Juan Bosch (PLD) José Francisco Peña Gómez (PRD) y Jacobo Majluta (PRI) les confirieron mucha importancia a sus intervenciones en actos públicos con significación social, política y económica, como el escenario que ofreció  la Cámara Americana de Comercio. Los cuatro tenían ideas que encantaban a sus parciales. Se dedicaron a la política. En sus  agendas  los libros no eran extraños. Usted podía  sustentar ideas diferentes, pero si les prestaba atención a las opiniones  de cada uno, aun cuando no las compartiera,  corría el riesgo de  quedar convencido de que se trataba de hombres que hicieron un esfuerzo para formarse para ser políticos y ganar el respeto y admiración de la sociedad. En 1990 no teníamos la diversidad de medios de comunicación, ni la revolución tecnológica que disfruta  ahora la sociedad.  Ni pensar en las opciones que brinda a la humanidad  la red de Internet. No olvido el día en que el presidente Fernández inauguró  la sala de informática de la escuela Socorro Sánchez, en Villa Duarte, Santo Domingo Este.  Algunos  lo calificaron como un Presidente equivocado y fuera de tiempo. En 1990, la calidad de los cuatro candidatos presidenciales obligaba a cada uno a ser cuidadoso y no improvisar temas sociales, políticos, ni económicos. Balaguer y Bosch eran los adversarios históricos. Peña Gómez y Majluta en una lucha por redefinir  liderazgos. Para los electores era fácil conocer el pensamiento de cada uno. Sin embargo, ver a los candidatos en exposiciones públicas despertaba el mayor interés. Una muestra: la comparecencia de Juan Bosch ante la Cámara Americana de Comercio. Se lo veía como el candidato presidencial que ganaría los comicios del 16 de mayo de 1990. Dijo a los hombres y  mujeres presentes: “El gobierno del PLD no impondrá decisiones, sino que discutirá con cada sector productivo las medidas necesarias para favorecer a la sociedad en su conjunto”. De esa manera una oposición gana, pero cuando no tiene calidad intelectual ni visión social, en una comparecencia pública pierde.