Comunidad y potenciación comunitaria (2 de 3)

Habiendo definido en la entrega anterior el concepto de “desarrollo” y planteado la importancia que reviste el afecto para su concreción, nos adentramos ahora en el concepto de “comunidad”.Cieza, autor experto en educación comunitaria,…

Habiendo definido en la entrega anterior el concepto de “desarrollo” y planteado la importancia que reviste el afecto para su concreción, nos adentramos ahora en el concepto de “comunidad”.

Cieza, autor experto en educación comunitaria, se refiere a la “comunidad” como un ente dinámico y vivo que evoluciona dentro de un contexto histórico; un espacio dialógico intra, inter y extracomunitario, en el que se resuelve una posibilidad de desarrollo y se salvaguarda la identidad, contextualización, participación, organización, iniciativa y autonomía de sus integrantes.

Aportes que provienen de la psicología social nos permiten comprender qué es el “sentido de comunidad”. Según ha planteado Maya Jariego, éste vendría definido por la presencia de los siguientes cuatro elementos: 1) el sentido de pertenencia, o el sentimiento de haber invertido parte de sí mismo en la comunidad; 2) la influencia o poder que los miembros ejercen sobre el colectivo; 3) la integración y satisfacción de las necesidades; y 4) la conexión emocional compartida.

Este autor hace importantes aportes al referirse al concepto de “potenciación comunitaria”, que es a fin de cuentas el ideal al que se aspira para lograr el desarrollo comunitario.

Plantea que esta potenciación viene definida por la existencia de un sistema de creencias que da valor al grupo, por el ofrecimiento de oportunidades para asumir un rol activo en el mismo, por la promoción de intercambio de ayuda entre los miembros, por la presencia de un liderazgo que facilita la dinámica del grupo y que comparte la toma de decisiones; por la puesta en marcha de dinámicas de co-potenciación; por la toma de conciencia de los beneficios de participar y de reducir costes mediante el fomento del voluntariado, y por la promoción del sentido de comunidad en el contexto organizacional.

Como puede apreciarse a través de lo planteado, resulta imposible aspirar al desarrollo personal y comunitario al margen de una adecuada educación afectiva, fundamentada en competencias y valores ciudadanos. Se trata de una materia aún pendiente por potenciar en nuestro país. l

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